Sin Donald Trump y Nicolás Maduro se inicia este viernes en Lima la VIII Cumbre de las Américas, cuyo eje central de discusión será la corrupción, pero en el que la crisis venezolana estará presente. El mandatario estadounidense declinó su participación a la cita advirtiendo supuestas razones de geopolítica mundial y rumores de confrontación bélica que involucran a Siria, con Rusia como actor de reparto en todo esa trama.
Los cancilleres y altos representantes de los 34 países invitados a la VIII Cumbre de las Américas acordaron el documento contra la corrupción y para impulsar la gobernabilidad en el continente que adoptarán los jefes de Estado y de Gobierno. El documento fue el resultado de la reunión preparatoria que los diplomáticos mantuvieron el jueves en el Centro de Convenciones de Lima, encuentro que se mantuvo en estricta reserva.
El presidente Donald Trump buscará convencer a los mandatarios de la región la próxima semana en Lima de que Estados Unidos, y no China, debería ser el socio comercial preferente de América Latina, dijo este jueves un alto funcionario del Gobierno.
Los países de la ALBA ejercerán “medidas diplomáticas y políticas”, que no especificaron, para que Venezuela participe en la VII Cumbre de las Américas el próximo abril en Lima, del que se encuentra “desinvitado” según Perú, país anfitrión.
El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, visitará Perú en su gira latinoamericana de enero e irá a la Cumbre de Lima en marzo, dos citas que estarán marcadas por la crisis política y social en Venezuela. Estos son los dos compromisos que se lleva de su visita a Washington el canciller peruano, Ricardo Luna, una de las voces internacionales más críticas con el Gobierno de Nicolás Maduro.