Al menos 29 personas murieron en las últimas 24 horas en el estado de Ceará, noreste de Brasil, a raíz del acuartelamiento de parte de la policía, motivo por el cual el Ejército fue enviado por el presidente Jair Bolsonaro a patrullar las calles, a pedido del gobernador Camilo Santana, del opositor Partido de los Trabajadores (PT).