Residentes afectados por los devastadores fuegos del norte de California muestran su desesperación ante incendios aún fuera de control, que hasta el momento dejaron al menos 40 muertos, reducidas a cenizas casi 6.000 edificios y 100.000 desplazados. Más de 20.000 personas han sido evacuadas como medida de precaución por estos incendios, que desde el pasado domingo han calcinado más de 86.000 hectáreas -una superficie algo más grande que toda la ciudad de Nueva York- y se han colocado ya entre los más mortíferos en la historia de California.