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Incendio en California: el más mortífero desde 1933; decenas calcinados entre los restos

Lunes, 16 de octubre de 2017 - 12:03 UTC
Tras varias jornadas de lucha contra las llamas, los bomberos han conseguido lentos avances contra la quincena de incendios que continúan activos. Tras varias jornadas de lucha contra las llamas, los bomberos han conseguido lentos avances contra la quincena de incendios que continúan activos.

Residentes afectados por los devastadores fuegos del norte de California muestran su desesperación ante incendios aún fuera de control, que hasta el momento dejaron al menos 40 muertos, reducidas a cenizas casi 6.000 edificios y 100.000 desplazados. Más de 20.000 personas han sido evacuadas como medida de precaución por estos incendios, que desde el pasado domingo han calcinado más de 86.000 hectáreas -una superficie algo más grande que toda la ciudad de Nueva York- y se han colocado ya entre los más mortíferos en la historia de California.

 Tras varias jornadas de lucha contra las llamas, los bomberos y servicios de emergencia han conseguido lentos avances contra la quincena de incendios que continúan activos.

Los condados de Sonoma y Napa, conocidos mundialmente por sus viñedos, son dos de las zonas más afectadas, aunque el humo ha cubierto el cielo de la densamente poblada Bahía de San Francisco durante los últimos días.

A más de 100 kilómetros al sur de los focos, los residentes de Palo Alto observaban incrédulos una fina capa de ceniza sobre sus automóviles y muchos de ellos optaban por cubrir su rostro con mascarillas.

Vecinos y ciudadanos solidarios hasta en la ciudad de San Francisco ofrecen espacios y colchones inflables en habitaciones improvisadas. La plataforma de alquiler por internet Airbnb también ha puesto en marcha una iniciativa para ofrecer habitaciones y residencias gratuitas a los evacuados hasta finales de octubre.

Cientos de voluntarios se han conectado a través de numerosos grupos de Facebook con el objetivo de reunir productos de primera necesidad, como agua, linternas, pañales y mantas, y llevarlos a la zona más afectada.

Las autoridades explicaron que están recibiendo el apoyo adicional de cientos de bomberos de otros estados, como Nevada, Oregón y Washington, que se han desplazado hasta el norte del estado para ayudar en las labores de extinción.

Algunas oficinas y negocios se han convertido en refugios improvisados y han abierto sus puertas para ofrecer comida y un lugar de descanso al personal de emergencia desplazado.

Estos incendios son ya los más mortíferos desde 1933 en California, un estado muy acostumbrado a fuegos devastadores, debido a las altas temperaturas y la escasez de precipitaciones.

La mayor parte de las víctimas son ancianos y son muchos aún los desaparecidos, por lo que la principal preocupación ahora es que, a medida que los cuerpos de emergencia exploren en profundidad el terreno calcinado, se puedan encontrar más muertos entre las ruinas.

Categorías: Política, Estados Unidos.