Los principales sindicatos de Chile marcharon el viernes por las calles de Santiago en demanda de ayuda financiera y otros tipos de asistencia. Pero a pesar de llevar mascarillas y tener permisos para circular en cuarentena, fueron detenidos en las puertas del palacio presidencial de La Moneda cuando intentaban entregar una carta dirigida al presidente Sebastián Piñera, que, sin embargo, llegó a destino.
Tres de cada cuatro argentinos están en contra de volver a pedirle ayuda financiera al Fondo Monetario Internacional (FMI), con “un piso” de US$ 30.000 millones en préstamos, para aplacar la turbulencia del mercado y el alza del dólar.