En recesión y con una de las inflaciones más altas del mundo, la economía argentina se encuentra en vilo ante las elecciones presidenciales de octubre próximo, en una campaña en la que cualquier palabra afecta los indicadores y éstos a su vez el voto.
El Banco Mundial recortó su pronóstico del crecimiento global tras asegurar que “las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos están dañando a la economía y se avizoran nuevos riesgos”, donde Argentina no escapa a este panorama desalentador.
Argentina se encuentra oficialmente en recesión tras el anuncio del INDEC que durante el tercer trimestre de este año la economía cayó un 3,5%, luego de un segundo trimestre marcado por una baja interanual de 4,2%. Con dos trimestres consecutivos de perdida, la economía se encuentra oficialmente en una recesión.
Para 2019 el mayor crecimiento de la región se proyecta para la economía de Paraguay, con el 4,3%, seguido de Perú (3,9 %) y Chile (3,7%), según se desprende de un informe del BBVA Research. En Argentina se anticipa una recesión “significativa”.
El Gobierno anunció un sobrecumplimiento de las metas fiscales para el tercer trimestre del año y una caída del 47% en el déficit primario en lo que va de 2018, llegando al nivel de gasto de la administración pública más bajo (en el período enero a septiembre) desde 2012.
Las principales calles comerciales de Buenos Aires comienzan a sentir los efectos de una economía dañada y ya registran un promedio de 2,4 locales cerrados por cuadra, señala un informe difundido este viernes por medios locales.
La economía argentina se contrajo en el período enero a marzo del 2014, con lo que completó dos trimestres consecutivos de caída y entró técnicamente en recesión, bajo la presión de un retroceso del consumo y en medio de una alta inflación.