Los mayores partidos opositores de Venezuela acordaron no participar en las elecciones presidenciales de abril ante la falta de condiciones electorales, decisión que eleva las tensiones políticas y amenaza con profundizar la crisis que enfrenta el país agobiado por una desbocada inflación de cuatro dígitos y una severa escasez de alimentos y medicinas.
El 20 de diciembre la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) –conformada únicamente por oficialistas– decretó que los partidos políticos que no se presentaron a la última contienda electoral regional hace algunos meses deben revalidarse ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), norma que según la constitución vigente debería aplicarse al ausentarse más de 3 veces a los sufragios.