El papa Francisco extendió este lunes de forma indefinida la capacidad de los curas de absolver del “pecado del aborto”, perennizando una medida temporal que había instaurado para el Jubileo de la Misericordia clausurado el domingo.
América Latina fue el continente con la más alta cifra de abortos entre 2010 y 2014, según una investigación que indica que las interrupciones en el embarazo disminuyeron un 40% en los países ricos desde 1990, pero se mantiene sin cambios en las naciones en desarrollo.
Los católicos creen que el papa Francisco está realizando una buena tarea, pero muchos discrepan, también en América Latina, de la doctrina de la Iglesia sobre temas candentes, especialmente el uso de anticonceptivos, según un sondeo global.
Unos 5.000 abortos se han realizado en Uruguay en el año transcurrido desde su despenalización, pero aún hay “dificultades” para la interrupción del embarazo, según se anunció al cumplirse un año desde la entrada en vigor de la nueva ley. Dicha ley no legaliza técnicamente el aborto, sino que lo despenaliza siempre que se sigan ciertos procedimientos regulados por el Estado.