El iceberg más grande del mundo, el A23a, ha encallado a 73 kilómetros de la isla Georgia del Sur, aliviando las preocupaciones sobre una posible colisión que podría haber interrumpido el suministro de alimentos de la fauna local. El témpano ha estado a la deriva hacia el norte desde la Antártida desde 2020. Su posición actual reduce los riesgos para los pingüinos y las focas de la región.