Varios analistas políticos consideran estas elecciones como una contienda entre extremos El pueblo chileno acudirá a las urnas este domingo para elegir a su próximo presidente en una segunda vuelta que enfrenta a la coalición gobernante de izquierda contra una oposición derechista.
Las elecciones están altamente polarizadas y determinarán el rumbo del país en medio de la creciente preocupación por la seguridad, la migración y el estancamiento económico.
Jeannette Jara representa la continuidad del izquierdista Unidad por Chile del actual mandatario Gabriel Boric Font frente al republicano (derechista) José Antonio Kast, quien afronta su tercer intento por llegar a La Moneda con su postura dura respecto a los migrantes irregulares y la promesa de amplios recortes fiscales.
La segunda vuelta del domingo es consecuencia de las elecciones del 16 de noviembre, donde la exministra de Trabajo Jara obtuvo aproximadamente el 27% de los votos, superando por un estrecho margen al excongresista Kast, quien alcanzó alrededor del 24%.
Ambos candidatos han hecho de la seguridad un pilar de campaña, pero con enfoques opuestos. Kast promete una estrategia de mano dura, que incluye el despliegue militar en zonas conflictivas y penas más severas, mientras que Jara se centra en fortalecer la policía, invertir en el sistema penitenciario y cortar las fuentes de financiación del crimen organizado.
En el ámbito económico, Jara aboga por impulsar los derechos sociales, aumentar el salario mínimo e implementar un sistema tributario más progresivo. Kast, admirador del presidente argentino Javier Milei, propone una reducción radical del tamaño del Estado y una disminución de la carga impositiva para las empresas.
Varios analistas políticos consideran estas elecciones como una contienda entre extremos. A pesar de la estrecha victoria de Jara en la primera vuelta, Kast es visto como el favorito, en gran parte porque otros candidatos de derecha que en conjunto obtuvieron más del 50% de los votos en la primera vuelta le han dado su apoyo. Su victoria marcaría el giro conservador más significativo desde la dictadura militar del general Augusto Pinochet (1973-1990).
Por primera vez desde 2012, el voto es obligatorio para la mayoría de los ciudadanos, con multas para quienes no votan. Más de 15 millones de ciudadanos están habilitados para votar de 8 a 18, hora local.
El ganador asumirá su cargo el 11 de marzo de 2026.