Moreno argumentó que, como presidente, detectó más de 17.000 grietas, se negó a recibir las obras e inició un proceso de arbitraje El expresidente ecuatoriano Lenín Moreno (2017-2021) enfrentará un juicio por presuntos sobornos en el sonado caso Sinohydro, relacionado con supuestos actos de corrupción en la construcción de la mayor central hidroeléctrica del país, durante su mandato como vicepresidente de Rafael Correa (2007-2017).
Un juez dictaminó este lunes que existían suficientes elementos para presumir la participación de Moreno.
La fiscalía sostiene que, durante su mandato como vicepresidente, Moreno y su familia recibieron ilegalmente más de un millón de dólares en sobornos de la empresa estatal china Sinohydro en relación con la construcción de la gigantesca central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair.
Según estiman, el valor total de los presuntos sobornos pagados por Sinohydro en el proyecto supera los 76 millones de dólares. Para la fiscalía, Moreno recibió ilícitamente aproximadamente US$660.000, de los cuales US$220.000 habrían sido directamente para él y su esposa, posiblemente en forma de una casa y muebles.
El resto, según indicios, se canalizó a su familia extendida, incluyendo hermanos, hija, cuñadas y suegra. Sin embargo, la mayor parte de los presuntos sobornos, por un total de US$44 millones, supuestamente benefició a Conto Patiño, un amigo personal de Moreno.
En respuesta al proceso penal, Moreno ha insistido en que el caso es un acto de venganza orquestado por la facción política del expresidente Correa. Moreno afirma que la acción legal es una represalia por su rebelión contra Correa una vez que asumió la presidencia, durante la cual, según él, evitó una dictadura perpetua en Ecuador.
El exmandatario, quien actualmente se desempeña como Comisionado de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para Asuntos de Discapacidad en Paraguay, defendió su inocencia en un mensaje de video, afirmando que no se ha demostrado que haya recibido ni un solo centavo.
También cuestionó por qué figuras clave de la administración anterior, como Rafael Correa y el exvicepresidente Jorge Glas, no fueron incluidas en el proceso, señalando que ellos supervisaron el contrato e inauguraron las obras.
Asimismo, Moreno subrayó que, como presidente, detectó más de 17.000 grietas, se negó a recibir las obras e inició un proceso de arbitraje.