Se estima que unas 66 personas han muerto a manos de las fuerzas estadounidenses hasta el momento en 17 ataques El Departamento de Guerra de EE UU confirmó el martes un nuevo ataque militar contra una embarcación en el Pacífico Oriental, cerca de Colombia, que resultó en la muerte de dos personas clasificadas como presuntos narcotraficantes.
El secretario de Guerra de EE UU, Pete Hegseth, anunció el ataque en redes sociales, enfatizando la postura intransigente del gobierno: Localizaremos y destruiremos todas las embarcaciones que pretendan traficar drogas hacia Estados Unidos para envenenar a nuestros ciudadanos. Hegseth compartió un video de la operación, que, según afirmó, se llevó a cabo en aguas internacionales.
Este último ataque forma parte de una ofensiva continua y cada vez más intensa del gobierno de Donald Trump contra los cárteles latinoamericanos, a los que el gobierno ha declarado un conflicto armado directo.
Con este, son más de 15 ataques mortales desde que EE UU desplegó fuerzas del Comando Sur en el Caribe y, más recientemente, en el Pacífico Oriental, cerca de Colombia. El número total de víctimas mortales en estas operaciones marítimas asciende a 66 presuntos narcotraficantes en 17 embarcaciones hundidas.
El gobierno de Trump ha justificado las acciones militares calificando a los cárteles como organizaciones terroristas designadas. El secretario Hegseth afirmó que la operación formaba parte de la ofensiva contra buques vinculados a estos grupos.
La acción militar estadounidense ha suscitado una fuerte condena por parte de gobiernos regionales, en particular los de Venezuela y Colombia, y de organizaciones internacionales de derechos humanos. Diversas organizaciones, como Amnistía Internacional, han cuestionado las acciones estadounidenses, alegando posibles violaciones del derecho internacional.
Este último ataque se produce en medio de informes que indican que el Pentágono se está preparando para una posible ampliación de la ofensiva. Medios estadounidenses informaron a finales de la semana pasada que el Pentágono se estaba preparando para posibles ataques contra objetivos terrestres, tras la afirmación del presidente Trump de que el narcotráfico marítimo había sido controlado. Los informes también sugieren que Trump planea extender la ofensiva para incluir a los cárteles que operan en territorio mexicano.