Mi dignidad no es negociable, insistió Áñez La Corte Suprema de Bolivia anuló este miércoles la sentencia contra Jeanine Áñez y ordenó la liberación inmediata de la expresidenta. Se ha anulado la sentencia contra Jeanine Áñez... y, en consecuencia, será liberada hoy, confirmó el presidente de la Corte Suprema, Rómer Saucedo.
Tras revisar la resolución emitida, hemos encontrado violaciones al ordenamiento jurídico vigente y a sus derechos, agregó. Esto significa que hoy debe recuperar su libertad.
Áñez, quien se encontraba recluida en la cárcel de Miraflores, en La Paz, fue condenada por negligencia en el ejercicio de sus funciones y por resoluciones contrarias a las leyes y a la Constitución Política del Estado en el caso denominado Golpe II, derivado de su toma de posesión provisional de la presidencia en noviembre de 2019, durante la crisis política y social que siguió a la renuncia de Evo Morales. La condena se basó parcialmente en el Decreto Supremo 4.078, emitido por Áñez para eximir de responsabilidad a militares y policías durante los operativos de represión de las manifestaciones, en los que fallecieron 36 personas.
Saucedo enfatizó que el fallo refleja el compromiso de la institución con la renovación e independencia judicial. El mensaje es claro: transformación en la justicia, recalcó. Estamos comprometidos a rectificar los errores del pasado y a garantizar que las injusticias cometidas en nombre de la ley jamás se repitan. La decisión formó parte de una serie de medidas adoptadas por el TSJ desde agosto para revisar los términos de prisión preventiva de personas encarceladas en relación con los sucesos de 2019.
La Fiscalía deberá decidir el procedimiento a seguir. Tiene derecho a un juicio para determinar su responsabilidad. Recordemos que su sentencia se dictó en un juicio ordinario. Al revisar la resolución emitida, hemos encontrado violaciones al ordenamiento jurídico vigente y a sus derechos, señaló Saucedo.
La decisión, que se produjo tras una revisión extraordinaria del Pleno de la Corte Suprema, llega después de casi cinco años de prisión. No es una victoria, es reparación; no es un regalo, es un derecho que, aunque tardío, recibo con alegría y con la fe de que la justicia ahora nos da esperanza, declaró Áñez en redes sociales.
Áñez, quien aún enfrenta otros siete procesos judiciales, también mencionó: Jamás me arrepentiré de haber servido a mi país cuando me necesitó. Lo hice con la conciencia tranquila y el corazón firme, sabiendo que las decisiones difíciles tienen un precio. Aprendí que la libertad más profunda no depende de muros, sino de mantener viva la verdad de lo que hice y por qué lo hice.
Aprendí que la verdadera libertad no depende de muros, sino de mantener viva la verdad de lo que hice y por qué lo hice. Sigo creyendo que servir a mi país fue lo correcto, aunque esté pagando un precio injusto, porque la historia cambia, las versiones cambian, pero la certeza de haber hecho lo correcto es imborrable, agregó. “No era justo perder mi libertad por haber servido a mi país, ni seguir siendo estigmatizada por actos de corrupción que jamás cometí. He soportado acusaciones terribles, una carga tan pesada que no me corresponde, pero no han dudado en repetirlas descaradamente, sin inmutarse”, señaló.
“La injusticia no solo se encuentra en la cárcel, sino también en los ojos de quienes se niegan a ver más allá de los prejuicios. Aun así, me mantengo firme, con la conciencia tranquila y mi dignidad intacta. Siento que me vieron sola, sin apoyo político, y se aprovecharon de esa vulnerabilidad para manchar mi nombre. Cuando no hay poder que te defienda, es fácil señalar con el dedo, distorsionar los hechos y convertirte en blanco de todas las críticas. No me defiendo con el poder, me defiendo con la verdad, y por eso el precio ha sido tan alto”, añadió.
“Me han decepcionado, me han herido, pero no han logrado doblegarme. A pesar de todo, sigo con la frente en alto”, concluyó.