Las ayudas de Bessent evitaron que el peso sufriera una caída más pronunciada antes de las elecciones Las elecciones legislativas del domingo en Argentina se han considerado cruciales para el futuro del partido La Libertad Avanza (LLA) del presidente Javier Milei y sus drásticas reformas económicas, impulsadas con gran ímpetu, en medio de una creciente recesión y una fuerte desaceleración económica, a pesar de los rescates de Washington.
Desde un punto de vista estrictamente político, los argentinos renovarán casi la mitad de los escaños de la Cámara Baja (127 de 257), y LLA, una novel fuerza política, arriesgará solo el 22% de sus bancas.
El país también renueva un tercio del Senado (24 de 72 escaños), sin que ninguno de LLA esté en juego. Por lo tanto, el partido de Milei solo puede aspirar a ganar en este frente. Necesita con urgencia alcanzar al menos una minoría de un tercio para mantener los vetos presidenciales.
Por otra parte, los aliados de LLA, como Propuesta Republicana (PRO) del expresidente Mauricio Macri, se enfrentan a un panorama complicado, arriesgando casi el 60% de sus curules en la Cámara de Diputados.
Asimismo, el opositor partido peronista, bajo el nombre de Fuerza Patria u otros, arriesga casi la mitad de sus diputados y la mayoría de los escaños en el Senado.
Las elecciones arrojarán 24 resultados distintos: uno para cada una de las 23 provincias y otro para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Ocho de estos distritos electorales también elegirán senadores (tres cada uno). La atención nacional se centrará en la diferencia de votos agregada entre LLA y la coalición peronista.
La propuesta del gobierno de contabilizar los votos a nivel nacional (agregando todos los datos provinciales) fue rechazada por la Cámara Nacional Electoral (CNE), que ordenó la publicación de los resultados por distrito. LLA se habría beneficiado de esa metodología porque utiliza el mismo nombre en todo el país, mientras que la coalición peronista lleva nombres locales en diez provincias.
Históricamente, las elecciones legislativas en Argentina son adversas para los partidos gobernantes. Solo en una de las últimas siete presidencias (Mauricio Macri en 2017), el partido gobernante aumentó su porcentaje de votos en comparación con las elecciones presidenciales.
LLA solo ha sido la fuerza más votada en dos de las diez provincias que celebraron elecciones provinciales separadas este año: CABA y Chaco (donde se alió con la UCR). En la crucial provincia de Buenos Aires, el partido peronista ganó por casi 14 puntos, un resultado temprano que generó inestabilidad política para el gobierno nacional.
La participación electoral ha disminuido en las dos últimas elecciones intermedias, y la participación será un factor clave. Por primera vez en una elección nacional, se implementará la Boleta Única de Papel (BUP), que agrupa a todos los candidatos por categoría en una sola hoja.
Por otro lado, desde una perspectiva económica, los mercados han estado atentos al resultado, temiendo una fuerte devaluación del peso argentino frente al dólar estadounidense, que aún no se ha producido gracias a las reiteradas intervenciones del Tesoro estadounidense para estabilizar la moneda, con US$400 millones solo el viernes, a pesar de lo cual trepó a AR$1.515.
Semanas atrás, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, anunció un acuerdo de swap sin precedentes por US$20.000 millones con el Banco Central de Argentina (BCRA).
A pesar de estos esfuerzos, el dólar se apreció 72 pesos en la última quincena, impulsado por una mayor demanda de ahorristas que buscan protección antes de las elecciones y los titulares de tarjetas de crédito que convierten sus saldos a dólares para cubrir compras internacionales y servicios de streaming.
Los 35 días hábiles transcurridos desde la derrota del gobierno en Buenos Aires han estado marcados por una volatilidad extrema. Las fuertes fluctuaciones cambiarias tienden a retrasar las decisiones de inversión y el temor persiste para el día después de las elecciones. Aunque el ministro de Economía, Luis Toto Caputo, no anticipó cambios, los operadores saben que todo dependerá del resultado del domingo.