Buenos Aires se puso del lado de Israel en la cuestión palestina, pero condenó la presencia de Navitas en las Falkland Argentina y Paraguay, ambos miembros del Mercado Común del Sur (Mercosur), fueron dos de los pocos países que se opusieron a la abrumadora decisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) este viernes de apoyar una solución de dos Estados para el conflicto israelí-palestino. La denominada “Declaración de Nueva York” fue adoptada con 142 votos a favor, 10 en contra y 12 abstenciones.
Copresidido por Francia y Arabia Saudita, el documento describe una hoja de ruta para la paz mediante un alto el fuego inmediato en Gaza y la liberación de todos los rehenes israelíes, el establecimiento de un Estado palestino soberano y viable, el desarme y la eliminación de Hamás del gobierno en Gaza, y la normalización de las relaciones entre Israel y los países árabes.
También se opusieron a la iniciativa Estados Unidos e Israel, que calificó la votación de vergonzosa, refiriéndose a la AGNU de circo político y argumentando que la resolución envalentonaba a Hamás. El representante estadounidense calificó la medida como una maniobra publicitaria engañosa e inoportuna que socava los esfuerzos diplomáticos.
Por su parte, Palestina expresó su gratitud a las naciones que votaron a favor, invitando a quienes se oponían a escuchar la voz de la razón y optar por la paz.
La votación tuvo lugar justo después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declarara públicamente que nunca existiría un Estado palestino.
A pesar de apoyar a Israel, Buenos Aires no pudo evitar plantear la disputa de soberanía sobre las Malvinas/Falklands con el Reino Unido y condenó la presencia de la empresa israelí Navitas Petroleum LP en el Atlántico Sur.
Para el gobierno del presidente Javier Milei, las actividades de la compañía son ilegales porque se llevan a cabo sin autorización en lo que Argentina considera su territorio soberano, por lo que fueron reputadas de clandestinas y se excluyó a la firma de cualquier actividad en el país durante 20 años. Navitas opera ilegalmente en territorio argentino y no cuenta con permisos de exploración y explotación de hidrocarburos de la autoridad competente, declaró el Ministerio de Relaciones Exteriores argentino en un comunicado sobre la explotación de 1.700 millones de barriles de crudo mediante una licencia otorgada por la administración británica.
”La República Argentina recuerda que cualquier exploración y explotación unilateral de recursos naturales, renovables y no renovables, en el área en disputa es contraria a lo dispuesto en la Resolución 2065 (XX) y resoluciones conexas de la Asamblea General de las Naciones Unidas y del Comité Especial de Descolonización, insistió Buenos Aires.
Estas resoluciones reconocen la existencia de una disputa de soberanía entre la República Argentina y el Reino Unido e instan a ambos gobiernos a reanudar las negociaciones para alcanzar, a la mayor brevedad, una solución pacífica a la controversia, argumentó el país sudamericano.
En pleno cumplimiento del derecho internacional, la República Argentina se reserva el derecho de adoptar todas las medidas adicionales que considere necesarias para salvaguardar sus derechos e intereses soberanos”, insistió el gobierno libertario.