Según el último informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sobre el tema, el mes pasado se detectó un aumento de 34 veces en el número de casos de sarampión, en comparación con las cifras de 2024.
Diez países de las Américas registraron más de 10.000 detecciones y 18 fallecimientos: 14 en México, 3 en Estados Unidos y 1 en Canadá.
Los datos más recientes de Brasil muestran 24 casos a finales de agosto, 19 de los cuales fueron en el estado de Tocantins. Si bien el país se encuentra entre los que menos casos tienen en la región, permanece en alerta debido a la alta transmisibilidad del virus.
Marilda Siqueira, jefa del Laboratorio de Emergencias Respiratorias, Exantemáticas, Enterovirales y Virales del Instituto Oswaldo Cruz (Fiocruz), insistió en la urgencia de aumentar la cobertura de vacunación. El sarampión es altamente transmisible. Necesitamos alcanzar al menos el 95% de cobertura de vacunación para generar protección colectiva, reduciendo el número de personas susceptibles al virus, advirtió.
Altamente contagioso, el sarampión se propaga por el aire a través de las secreciones de personas infectadas y puede infectar a personas de todas las edades. Los síntomas incluyen fiebre alta, sarpullido que se extiende por todo el cuerpo, congestión nasal e irritación ocular. La enfermedad puede provocar complicaciones graves como neumonía, encefalitis, diarrea intensa e incluso ceguera, especialmente en niños desnutridos y personas con sistemas inmunitarios comprometidos.
Hasta principios de la década de 1990, el sarampión era una de las principales causas de mortalidad infantil en todo el mundo, causando alrededor de 2,5 millones de decesos al año, principalmente entre niños. La vacunación cambió este panorama, permitiendo a los países reducir progresivamente los casos y lograr la eliminación de la circulación endémica en varias regiones.
En las Américas, este logro se reconoció en 2016, cuando el continente recibió la certificación oficial de la eliminación de la enfermedad. Sin embargo, este logro no significa que el virus haya desaparecido.
El riesgo de reintroducción es constante, especialmente en contextos de baja cobertura de vacunación. Según la OPS, la mayoría de los casos notificados en 2025 en las Américas se produjeron en personas no vacunadas, mientras que otra proporción significativa correspondió a personas con un estado de vacunación desconocido.
La protección contra el sarampión depende de la administración de dos dosis de la vacuna. En Brasil, el calendario de vacunación habitual prevé la primera dosis a los 12 meses y la segunda a los 15 meses de edad, y otros grupos de edad podrían incluirse en campañas específicas.
Según Siqueira, “los niños que no tienen ambas dosis registradas en su cartilla de vacunación no están completamente protegidos”. Por lo tanto, la adhesión al calendario de vacunación es esencial para prevenir el regreso del sarampión.
La OPS también advirtió que la cobertura en las Américas aún no alcanza el 95% recomendado para frenar la propagación del virus. En 2024, solo el 89% recibió la primera dosis de la vacuna triple vírica (SPR) y solo el 79% completó el esquema.
En Brasil, la situación es más favorable en comparación con el promedio continental. Tras años de descenso, la cobertura de vacunación comenzó a crecer de nuevo en 2023, con resultados significativos en 2024.
El Ministerio de Salud federal informó que el número de municipios que alcanzaron la meta del 95% de inmunización contra el sarampión, las paperas y la rubéola con la segunda dosis de la vacuna triple vírica se había más que duplicado en dos años, pasando de 855 en 2022 a 2408 en 2024.
En 2025, ante el aumento de casos en los países vecinos, Brasil ha intensificado sus esfuerzos de inmunización, tanto en las zonas fronterizas como en todo el territorio nacional. Además, la reactivación de la Comisión Binacional de Salud con Uruguay dio lugar a una gran movilización conjunta en Santana do Livramento (Rio Grande do Sul) y Rivera, del lado uruguayo, ampliando así la protección de la población de la zona.
El Ministerio de Salud de Brasil ha promovido sucesivas jornadas de vacunación contra el sarampión en diferentes estados. En julio, la movilización tuvo lugar en las ciudades fronterizas de Acre, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul y Rondônia, con la administración de aproximadamente 3.000 dosis. En agosto, los 79 municipios de Mato Grosso do Sul participaron en la campaña.
Siqueira subrayó, sin embargo, que ninguna estrategia será eficaz si la población no pone de su parte. ”Junto con las secretarías estatales y municipales, el Ministerio de Salud trabaja en los municipios con casos confirmados para prevenir la propagación del virus. Por otro lado, esta labor solo tendrá éxito si cuenta con la participación de la población. Esto implica acudir a los servicios de salud ante la aparición de fiebre y sarpullido (esas manchas rojas en el cuerpo) y mantener la vacunación al día”, enfatizó. (Fuente: Agencia Brasil)