El Fondo Monetario Internacional (FMI) reafirmó públicamente este martes su apoyo al programa económico del Gobierno argentino pese a la derrota electoral del domingo en la provincia de Buenos Aires. Esta medida se considera crucial para calmar el pánico en los mercados, que reaccionaron con pánico a los resultados electorales.
La portavoz del FMI, Julie Kozack, anunció el firme compromiso del organismo con las autoridades argentinas. Respaldó específicamente los pilares fundamentales del programa: equilibrio fiscal, una agenda integral de desregulación y el mantenimiento del marco cambiario vigente.
Apoyamos su compromiso de garantizar la sostenibilidad del marco cambiario y monetario del programa, así como su continua adhesión al ancla fiscal y a la agenda integral de desregulación, escribió Kozack en redes sociales. El personal técnico del FMI colabora estrechamente con las autoridades argentinas en la implementación de su programa para consolidar la estabilidad y mejorar las perspectivas de crecimiento del país, mencionó.
En respuesta, el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Toto Caputo, confirmaron públicamente que no cederán ni un ápice en el programa. Milei también canceló un viaje a España para centrarse en la crisis interna, que incluye la formación de una nueva mesa política nacional y la búsqueda de diálogo con los gobernadores provinciales.
No nos desviaremos del programa en ningún sentido, insistió Milei.
El apoyo del FMI llega tras un volátil lunes negro” en los mercados argentinos. El dólar oficial alcanzó un nuevo máximo de AR$1.460, y las acciones y los bonos cayeron con fuerza. Sin embargo, el mercado se estabilizó el martes, con el dólar cerrando en $1.425 y los bonos y acciones repuntando.
El gobierno también enfrenta un desafío financiero inmediato, ya que el Ministerio de Economía necesita recaudar una cantidad significativa de dinero para renovar los vencimientos de la deuda, y los bonos a más corto plazo se extienden más allá de las elecciones nacionales de octubre, lo que aumenta la incertidumbre y el riesgo para los inversores y los bancos.