Colombia, que ostenta la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), ha convocado una reunión virtual urgente de los cancilleres de la organización para abordar los recientes movimientos militares estadounidenses en el Caribe.
El objetivo es analizar las implicaciones de estos despliegues militares para la paz y la seguridad regionales. Estados Unidos ha desplegado buques de guerra, incluyendo destructores y un submarino de propulsión nuclear, en aguas frente a la costa venezolana, afirmando que la acción forma parte de una estrategia antidrogas.
El gobierno de Venezuela, encabezado por el presidente Nicolás Maduro, ha condenado la medida como una acción hostil y una amenaza a la soberanía nacional, respondiendo con la movilización de sus propias fuerzas armadas. Venezuela también ha protestado formalmente por la presencia estadounidense en las Naciones Unidas, haciendo referencia a una declaración de la Celac de 2014 que designó a América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
La reunión de la Celac busca fortalecer el diálogo y encontrar una solución pacífica y colaborativa al problema. Los Estados miembros esperan que este espacio permita un debate abierto y constructivo sobre las preocupaciones en torno a los recientes movimientos militares en el Caribe y sus posibles implicaciones para la paz, la seguridad y la estabilidad regionales, se lee en un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Bogotá.
Colombia reafirmó que América Latina y el Caribe han sido formalmente reconocidas como Zona de Paz y enfatizó que el actual diálogo ministerial se lleva a cabo para fomentar el entendimiento mutuo e identificar soluciones coordinadas para el beneficio colectivo de la región.
Mientras tanto, Estados Unidos ha desplegado recientemente fuerzas navales cerca de la costa venezolana, incluyendo tres destructores equipados con sistemas de misiles Aegis, bajo lo que Venezuela describe como el pretexto de combatir el narcotráfico.
En respuesta, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ordenó la movilización de la Milicia Bolivariana, presentando la medida como una medida de defensa soberana contra lo que su gobierno considera una amenaza externa injustificada.
Venezuela también ha llevado el asunto ante las Naciones Unidas, acusando a Estados Unidos de violar principios fundamentales del derecho internacional y exigiendo la adhesión a la declaración de la Celac de 2014 que designó a América Latina y el Caribe como zona de paz. El embajador de Caracas ante la ONU, Samuel Moncada, afirmó que Washington está orquestando una campaña de propaganda a gran escala para legitimar lo que los expertos denominan acción cinética, término utilizado para describir la intervención militar en una nación soberana que, según Venezuela, no representa una amenaza para otros.