El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes que el gobierno federal asumiría el control de las fuerzas del orden en Washington, DC. Además, desplegaría la Guardia Nacional para combatir lo que describió como una emergencia criminal.
Trump argumentó durante una conferencia de prensa que invocaba la Ley de Autonomía del Distrito de Columbia para rescatar la capital de nuestra nación del crimen, el derramamiento de sangre, el caos y la miseria y nombró a la fiscal general Pam Bondi para asumir el control de la Policía Metropolitana. Asimismo, el mandatario republicano anunció que el administrador de la DEA, Terry Cole, sería el nuevo jefe del departamento.
El presidente tomó esta decisión a pesar de que las estadísticas oficiales muestran una disminución significativa del delito violento en Washington D. C. este año, lo que minimizó, alegando que se estaban falsificando los datos. Para ello, citó incidentes específicos, como la agresión a un exempleado federal y el asesinato de un becario del Congreso. Manifestó que sus acciones buscan rescatar la capital de nuestra nación del crimen, el derramamiento de sangre, el caos y la miseria. También afirmó su intención de expandir esta política a otras grandes ciudades estadounidenses, como Nueva York y Chicago.
Nuestra capital ha sido tomada por bandas violentas y criminales sanguinarios, turbas errantes de jóvenes desenfrenados, drogadictos y personas sin hogar, y no vamos a permitir que esto vuelva a suceder, señaló Trump.
Según la Ley de Autonomía del Distrito de Columbia, el presidente tiene la autoridad para tomar temporalmente el control del departamento de policía durante situaciones especiales de emergencia. Esta facultad permite el control unilateral por hasta 30 días, aunque cualquier prórroga requeriría la aprobación del Congreso.
La alcaldesa demócrata de Washington DC, Muriel Bowser, rechazó las explicaciones de Trump. Afirmó que no había una emergencia criminal y que la descripción del presidente era exagerada y falsa.