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Proyectan disminución gradual de la población de Uruguay

Martes, 5 de agosto de 2025 - 21:53 UTC
Una población más reducida podría reducir la demanda de vivienda en grandes ciudades como Montevideo Una población más reducida podría reducir la demanda de vivienda en grandes ciudades como Montevideo

Un estudio publicado esta semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE) de Uruguay mostró que la población del país sudamericano se habrá reducido en casi medio millón de personas para 2070, pasando de aproximadamente 3,49 millones a 3 millones, debido principalmente a la baja tasa de natalidad, el envejecimiento y la pérdida neta por emigración.

La tasa de fecundidad en 2023 fue de 1,28 hijos por mujer, muy por debajo de los 2,1 necesarios para mantener una población estable. Esto se atribuye a cambios sociales y culturales, como la mayor participación femenina en la fuerza laboral y la preferencia por familias más pequeñas.

Para 2070, se espera que el porcentaje de la población mayor de 65 años se duplique con creces, alcanzando el 32,5 %. Esto generará una gran presión sobre los sistemas de seguridad social y salud, a medida que la población en edad laboral se reduzca y el número de jubilados aumente. Una migración neta negativa de alrededor de 1.783 personas al año, ya que los ciudadanos emigran en busca de mejores oportunidades en países como Argentina, Brasil y Europa, contribuye aún más a la disminución de la población.

Se prevé que este cambio demográfico tenga consecuencias significativas para Uruguay. Una población más pequeña podría reducir la demanda de vivienda en grandes ciudades como Montevideo, lo que podría reducir los precios de los bienes raíces. Sin embargo, otras zonas podrían experimentar aumentos de precios debido al crecimiento poblacional.

El envejecimiento de la población probablemente generará un mayor gasto público en salud y pensiones, lo que podría resultar en un aumento de impuestos y un mayor costo de vida.

Este escenario podría acarrear mayores cargas fiscales o requerir una reasignación de recursos, lo que afectaría el costo de vida y el bienestar general. Al mismo tiempo, es probable que el mercado laboral experimente cambios sustanciales. La escasez en industrias clave, combinada con una disminución de la población en edad laboral, podría impulsar los salarios al alza a medida que los empleadores compiten por los trabajadores, incrementando los gastos de producción y los precios al consumidor.

Los sectores con uso intensivo de mano de obra, como la agricultura, la construcción y diversos servicios, podrían experimentar aumentos notables en los precios de los bienes y productos. Además, el INE también proyectó que la creciente dependencia de la mano de obra extranjera y de los insumos importados podría impulsar a los responsables políticos a implementar estrategias de inmigración dirigidas a atraer profesionales cualificados y abordar la escasez de mano de obra.