El exmilitar uruguayo Juan Rebollo ha sido condenado a 30 años de prisión por su participación como coautor en los homicidios agravados de Diana Maidanic (22), Laura Raggio (19) y Silvia Reyes (19), un caso conocido históricamente como “Las Chicas de Abril”. El fallo, dictado por la jueza Isaura Tórtora del Juzgado Penal 23, coincide con la pena máxima solicitada por el fiscal especializado en delitos de lesa humanidad, Ricardo Perciballe.
El incidente ocurrió el 21 de abril de 1974, durante un operativo conjunto militar y policial en el barrio Brazo Oriental de Montevideo. El objetivo era capturar a Washington Barrios, militante del Movimiento de Liberación Nacional (Tupamaros) y esposo de Silvia Reyes, quien se encontraba embarazada en ese momento. Barrios no estaba presente, pero las tres mujeres, también miembros del MLN-T con actividades políticas, sí se encontraban en el apartamento.
Las investigaciones y los informes forenses contradijeron la versión oficial de que las mujeres abrieron fuego primero. La evidencia sugiere que las mujeres recibieron disparos sin enfrentamiento armado previo, y el análisis forense indicó múltiples heridas causadas por armas automáticas o semiautomáticas. Sus cuerpos fueron encontrados superpuestos y atrapados.
El fallo también señaló inconsistencias en el relato oficial de las bajas militares durante el operativo. En cuanto a las muertes del capitán Julio César Gutiérrez, de 32 años, y del policía Dorval Márquez, de 52, el fallo menciona que la posición de los soldados que dispararon no concuerda con la versión de que los disparos se realizaron para repeler un ataque contra Gutiérrez, quien fue el primero en ingresar al recinto. La Junta Médica determinó que las heridas en el cuerpo de Gutiérrez no concuerdan con el tipo de arma que hipotéticamente habrían utilizado las víctimas Reyes, Raggio y Maidanik.
El caso cobró renovada atención después de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) fallara en contra del Estado uruguayo en diciembre de 2021 por su falta de diligencia investigativa, exigiendo una investigación exhaustiva y el castigo de los responsables. Si bien otras personas implicadas en el caso, como José Gavazzo y Eduardo Klastornick, fallecieron antes de ser condenadas, la sentencia de Rebollo marca un avance significativo en la búsqueda de justicia por las violaciones de derechos humanos cometidas durante la dictadura uruguaya.