Uruguay debate actualmente una posible reducción de su jornada laboral máxima legal de 48 a 40 horas, un debate crucial para un país que fue pionero en la jornada laboral de ocho horas hace más de un siglo. El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) está facilitando diálogos entre sindicatos, empresas y expertos económicos para explorar esta posibilidad.
No parece una reforma de la magnitud de la de hace más de 100 años. Pero es una idea que se está poniendo sobre la mesa, declaró Marcela Barrios, directora nacional de Trabajo, a El País de Montevideo. Reducir la jornada laboral podría incluso significar aumentar el tiempo libre durante el año. Lo que tenemos claro es que nos interesa avanzar en esa dirección, añadió, mientras su equipo analiza experiencias en otros lugares.
Los sindicatos, liderados por el PIT-CNT, abogan por la semana laboral de 40 horas, argumentando que el estándar actual de 48 horas está obsoleto debido a los avances tecnológicos y que los trabajadores necesitan más tiempo para el ocio y el desarrollo personal.
Sin embargo, el sector empresarial se muestra cauteloso, enfatizando la necesidad de vincular cualquier reducción de horas a las ganancias de productividad y reconociendo que el impacto variaría significativamente según el sector y el tamaño de las empresas. Destacan que el 78% de las empresas uruguayas son microempresas o pymes, y que la productividad horaria del país es un 30% inferior a la media de la OCDE.
El MTSS está estudiando diversos ejemplos internacionales de jornada laboral reducida, incluyendo la semana laboral francesa de 35 horas (implementada en 2000), que supuso una reducción a largo plazo de la jornada laboral anual; las pruebas de Islandia (2015-2019) con semanas de 35-36 horas, consideradas un éxito rotundo, que generaron menos estrés y una mejor conciliación de la vida laboral y personal con una productividad estable; el programa piloto de cuatro días del Reino Unido de 2022, que resultó en una reducción del estrés y el agotamiento, y una mayor productividad para las empresas participantes; y la reducción gradual de la jornada laboral de 45 a 40 horas en Chile (2024-2028).
El gobierno uruguayo planea recurrir al Consejo Superior Tripartito para abordar estas complejas discusiones. Si bien algunas empresas uruguayas ya están experimentando con la reducción de la jornada, el reto sigue siendo encontrar una solución que equilibre el bienestar de los trabajadores con las realidades económicas y las preocupaciones sobre la productividad, adaptando el enfoque a diversos sectores y modelos de negocio.
La jornada laboral de ocho horas en Uruguay se estableció oficialmente mediante la Ley N.º 5.350, conocida como la Ley de las Ocho Horas, promulgada el 17 de noviembre de 1915 y publicada en el Diario Oficial el 19 de noviembre de 1915.