La Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptó este martes un Tratado Mundial contra Pandemias para mejorar la preparación, la prevención y la respuesta mundial ante futuras pandemias. Aprobado en la 78.ª Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra, el acuerdo busca garantizar el acceso equitativo a productos sanitarios como vacunas, terapias y diagnósticos, abordando las disparidades observadas durante la pandemia de Covid-19.
El documento también estableció el sistema de Acceso a Patógenos y Distribución de Beneficios (PABS, por su sigla en inglés), que exige a las compañías farmacéuticas proporcionar a la OMS el 20 % de su producción en tiempo real de productos relacionados con la pandemia para su distribución en función de las necesidades de salud pública, priorizando a los países en desarrollo.
El acuerdo, el segundo instrumento internacional de salud bajo la constitución de la OMS después del Marco para el Control del Tabaco de 2003, fue el resultado de tres años de negociaciones.
Un nuevo grupo de trabajo finalizará los detalles del PABS en un plazo de uno a dos años, tras lo cual el tratado podrá firmarse y entrará en vigor tras su ratificación por 60 países.
Este acuerdo es una victoria para la salud pública, la ciencia y la acción multilateral. En conjunto, nos permitirá proteger mejor al mundo contra futuras amenazas de pandemia, declaró el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Sin embargo, la eficacia del tratado está en duda tras la salida de Estados Unidos de la agencia de la ONU, que se hará efectiva el próximo enero, tras haberse retirado Washington de las negociaciones en los últimos meses y no enviar delegados a la asamblea. La OMS no solo ha cedido a la presión política de China, sino que también ha fracasado en mantener una organización transparente y con una gestión justa, declaró el secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., en un mensaje de video.
Por otro lado, la embajadora de Francia para la Salud Global, Anne-Claire Amprou, enfatizó que la pandemia de Covid-19 fue un shock [y] un brutal recordatorio de que los virus no conocen fronteras, que ningún país, por poderoso que sea, puede enfrentar una crisis sanitaria mundial en solitario.