El presidente argentino Javier Milei lanzó un feroz ataque contra la prensa a través de sus redes sociales, defendiendo a su asesor Santiago Caputo, quien intimidó a un fotógrafo de Tiempo Argentino durante un debate electoral de la Ciudad de Buenos Aires.
Milei publicó una serie de preguntas retóricas en X, acusando a los periodistas de acoso, invasión de la privacidad y prácticas poco éticas como el uso de drones o mentir, al tiempo que afirmó que no afrontan ninguna responsabilidad: NO ODIAMOS LO SUFICIENTE A LOS PERIODISTAS, escribió el presidente en mayúsculas, intensificando la tensión tras los recientes ataques a periodistas.
Asimismo, el líder libertario también sugirió que los periodistas manipulan las situaciones para hacerse la víctima, presentando sus críticas como una defensa contra sus presuntos abusos, al tiempo que resaltó su desprecio general por las prácticas mediáticas. Milei desató sus críticas en forma de preguntas: Si una persona no tiene ganas de hablar con la prensa, ¿existe alguna ley que la obligue a hacerlo? Si una persona les dice a los periodistas que no quiere hablar con ellos, ¿tienen los periodistas derecho a perseguirla, acosarla y hostigarla para obtener una respuesta? Si la persona no responde, ¿tienen los periodistas derecho a golpearla en la cara con el micrófono? En caso de que la persona abordada por las cámaras sea de conocimiento público que es fotofóbica, ¿es lícito que el camarógrafo le ponga luces en la cara, sabiendo que eso daña sus ojos? ¿Es lícito que los periodistas instalen drones en la casa de alguien? ¿Es lícito que los periodistas mientan, calumnien e insulten sin permitir que la persona agraviada se defienda? ¿Y si, además, el periodista recibe fondos públicos para hacerlo?.
En opinión del presidente, los medios tradicionales solían hacer todo esto regularmente con total y absoluta impunidad hasta la llegada de las redes sociales, razón por la cual las odian tanto. Hoy no pueden extorsionar ni chantajear. Sus ingresos están cayendo, añadió.
Naturalmente, si en cada uno de los puntos se observa el comportamiento depravado y violento del periodismo, se entenderá la frase: no odiamos lo suficiente a los periodistas, insistió Milei.