El expresidente brasileño Jair Bolsonaro se mostró visiblemente indignado este miércoles al recibir una notificación judicial en su cama de UCI del hospital DF Star de Brasilia, donde se recupera de una cirugía intestinal. El documento se relaciona con el proceso penal iniciado por el Supremo Tribunal Federal (STF) por su presunta participación en un intento de golpe de Estado para impedir la investidura del presidente Luiz Inácio Lula da Silva tras las elecciones de 2022.
Los cargos se derivan de una conspiración que incluyó manifestaciones y el asalto violento a edificios gubernamentales el 8 de enero de 2023.
A pesar de su estado de salud, el STF consideró a Bolsonaro apto para recibir la notificación tras participar en transmisiones públicas.
Se le acusa de intentar abolir el régimen democrático, en hechos que ya derivaron en alrededor de 500 condenas. Bolsonaro tiene cinco días hábiles para presentar su defensa.
El ex mandatario, quien se sometió a una cirugía de 12 horas hace 10 días, compartió en sus redes sociales el momento exacto en que un agente judicial llegó a su unidad de cuidados intensivos para entregarle la notificación.
En el video, Bolsonaro defendió su inocencia y mostró signos de irritación. En un momento dado, alguien en la habitación le informó que le estaba subiendo la presión arterial.
El proceso penal en su contra comenzó el 26 de marzo, tras la aceptación por parte del STF de los cargos presentados por la Fiscalía General de la República. Debería haber sido notificado oficialmente la semana pasada, pero su estado de salud lo impidió.
Sin embargo, el STF afirmó que, tras participar en una transmisión en vivo desde el hospital el martes con sus hijos, estaba en condiciones de recibir dicha notificación. ”La divulgación de la transmisión en vivo realizada por el expresidente ayer (22 de abril) demostró la posibilidad de ser citado hoy (23 de abril), declaró el STF. Además, el tribunal señaló que otros siete acusados ya habían sido notificados entre el 11 y el 15 de abril.
La fiscalía acusa al expresidente y a varios de sus colaboradores más cercanos de conspirar para impedir la investidura del actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien ganó las elecciones de octubre de 2022. Parte del plan incluía manifestaciones frente a cuarteles militares en todo el país, donde miles de activistas exigieron la intervención militar para anular el resultado electoral.
Esta conspiración culminó con el violento asalto a las sedes de los tres poderes del gobierno el 8 de enero de 2023, una semana después de la investidura de Lula, tras lo cual unas 500 personas fueron condenadas a penas de hasta 17 años de prisión por delitos como golpe de Estado y destrucción de propiedad pública.
A pesar de su hospitalización, Bolsonaro concedió una entrevista en video a SBT Brasil directamente desde su cama el lunes. El martes, participó en una transmisión en vivo con sus hijos Flávio, Eduardo y Carlos Bolsonaro, así como con el expiloto Nelson Piquet, para promocionar una marca de cascos de la que él y Flávio son socios.
El informe médico del martes indicó que Bolsonaro mostró una buena evolución clínica” y signos de evacuación intestinal, aunque continúa en ayunas y con alimentación por sonda. El hospital mantuvo la recomendación de restricción total de visitas, lo que no le impidió recibir al presidente del PL, Valdemar Costa Neto.
El juez del STF, Alexandre De Moraes, ordenó la citación de los ocho acusados del supuesto núcleo político de la trama golpista.