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García-Mansilla renuncia a Corte Suprema argentina tras 39 días

Martes, 8 de abril de 2025 - 18:52 UTC
García-Mansilla fue víctima de sus propias palabras tras manifestarse en 2015 en contra de las designaciones en la Corte Suprema sin el visto bueno del Senado García-Mansilla fue víctima de sus propias palabras tras manifestarse en 2015 en contra de las designaciones en la Corte Suprema sin el visto bueno del Senado

El catedrático de Derecho Manuel García-Mansilla renunció este lunes a la Corte Suprema de Justicia (CSJN) de Argentina tras sólo 39 días en el cargo, después de que el Senado rechazara su designación (51 votos en contra y 20 a favor), además de un polémico fallo de un tribunal inferior que le impedía firmar resoluciones.

García-Mansilla fue nombrado junto a Ariel Lijo a través de un decreto presidencial para la duración de la actual Legislatura el 25 de febrero de 2025, mientras el Senado evaluaba las candidaturas de ambos, que finalmente fueron rechazadas. Lijo nunca llegó a jurar porque se le negó una licencia sin goce de sueldo como titular del Juzgado Federal N° 4 de Buenos Aires, al que prudentemente no renunció.

En este escenario, el presidente Javier Milei no se arriesgará a otra metida de pata política y, por lo tanto, dejará al máximo tribunal del país con dos jueces menos. En caso de desacuerdos, existe un mecanismo de “conjueces” que puede activarse cada vez que sea necesario destrabar una decisión o cuando uno de los tres magistrados titulares -Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti- no pueda emitir su voto.

En su carta de renuncia a Milei, García-Mansilla expresó su frustración por la demora del Senado y la disfunción del Poder Judicial, argumentando que su permanencia obstaculizaría, en lugar de ayudar, a resolver la crisis de integración de la Corte. En sus 39 días, García Mansilla firmó 214 documentos, asistió a la inauguración de la Legislatura el 1 de marzo e hizo pintar y redecorar su despacho en el Palacio de Tribunales, según medios porteños.

“Tal vez este episodio y esta renuncia sirvan de alerta para que se den cuenta de una vez por todas que la integración de la Corte Suprema, y de todo el Poder Judicial federal, es urgente y que deben dejarse de lado las mezquindades que parecen haber prevalecido durante mucho tiempo”, y llamó a “evitar las notorias demoras que se produjeron en el Senado en el tratamiento de los postulantes enviados por el Poder Ejecutivo”, argumentó el jurista.

“Los poderes políticos tienen una responsabilidad institucional ineludible. La República Argentina necesita un Poder Judicial fuerte e independiente y no funcional a sus intereses coyunturales, sean políticos o personales. Nuestro país debe estar por encima de todo y de todos”, agregó.

“Una de las vacantes existentes a esa fecha ya tenía más de tres años de antigüedad. Resulta francamente sorprendente que, a pesar de la importancia de cada juez en un juzgado tan pequeño, se haya naturalizado la existencia de una vacante sin cubrir durante un período tan prolongado”, señaló también.

En honor a la verdad, García Mansilla atrajo sobre sí un profundo rechazo por haber dicho que nunca aceptaría ocupar un cargo en la CSJN sin el consentimiento de la Cámara Alta, de manera que, aunque legal, su juramentación equivalió a tirar por la borda el valor de su palabra, lo que se tradujo en dudas razonables sobre su capacidad moral para ocupar el cargo.

García Mansilla se había pronunciado en 2015 en contra de los nombramientos por decreto de Rosenkrantz y Rosatti por parte del entonces presidente Mauricio Macri, que quedaron en suspenso a la espera del visto bueno senatorial por decisión del propio mandatario.

La administración libertaria de Milei dijo que el voto negativo del Senado el 3 de abril fue un ataque político a la independencia judicial.

Categorías: Política, Argentina.