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La economía uruguaya se recuperó en 2024, pero se espera una desaceleración en 2025

Viernes, 21 de marzo de 2025 - 10:27 UTC
Los sectores de agricultura, energía e industria manufacturera fueron los que mostraron mejor desempeño, con un crecimiento del 19,6% en energía y 11,3% en agricultura Los sectores de agricultura, energía e industria manufacturera fueron los que mostraron mejor desempeño, con un crecimiento del 19,6% en energía y 11,3% en agricultura

La economía de Uruguay creció un 3,1% en 2024, recuperándose de la grave sequía del año anterior, según los datos de cuentas nacionales publicados por el Banco Central del Uruguay (BCU). Sin embargo, los economistas advierten que el crecimiento en 2025 probablemente volverá al ritmo históricamente más lento del país.

En el último trimestre de 2024, el Producto Interno Bruto (PIB) creció 3,5% interanual, y 0,3% en términos desestacionalizados frente al trimestre anterior. El repunte fue impulsado por mejores rendimientos agrícolas, una mayor generación de energía hidroeléctrica, un aumento de la actividad comercial y un mayor nivel de producción de celulosa. Estos avances fueron parcialmente contrarrestados por una caída en la construcción, debido principalmente a la finalización de un proyecto ferroviario clave.

Los analistas señalan que, si bien las cifras son alentadoras, reflejan una recuperación más que un despegue. “Son buenos números, pero Uruguay no está despegando, está recuperándose”, dijo el economista José Antonio Licandro en declaraciones a El País. Agregó que el crecimiento de 2025 será “sólido, pero a nuestro ritmo”, en referencia a los tradicionales niveles de crecimiento moderado del país.

Los sectores de agricultura, energía e industria manufacturera fueron los que mostraron mejor desempeño, con un crecimiento del 19,6% en energía y 11,3% en agricultura. Desde el enfoque de la demanda, el crecimiento fue impulsado principalmente por el aumento de las exportaciones, que subieron 8,3%.

De cara al futuro, los economistas prevén una desaceleración en 2025, con proyecciones que oscilan entre 2% y 2,5%. “Sin efectos puntuales como el rebote post-sequía, esperamos un ritmo más moderado”, explicó Luciano Magnífico, de Exante.

Algunos expertos también expresaron preocupación por el débil consumo de los hogares y la caída en la inversión. Según Marcelo Sibille, de KPMG, el consumo de los hogares creció solo levemente en 2024, mientras que la inversión fija cayó, a pesar de una leve recuperación en la segunda mitad del año.

Los datos actualizados del BCU también revisaron las cifras de años anteriores: el crecimiento del PIB en 2023 fue ajustado de 0,4% a 0,7%, mientras que el de 2022 se corrigió a la baja, de 4,7% a 4,5%.

Para 2025, se espera que el consumo interno y la inversión jueguen un rol más importante en el crecimiento, especialmente si las condiciones externas se vuelven menos favorables. “El desafío ahora es generar condiciones para un crecimiento más rápido del ingreso”, dijo Sibille a El País, señalando la necesidad de políticas que impulsen tanto la inversión como la productividad.

Los economistas también subrayaron la importancia de las decisiones políticas que se tomarán próximamente, como las tasas de interés, las negociaciones salariales y el Presupuesto Nacional de octubre, en la configuración del rumbo económico del país.

Con un PIB per cápita estimado en 23.500 dólares y un PIB total cercano a los 81.000 millones de dólares, Uruguay sigue mostrando un desempeño sólido dentro del contexto regional. Pero, como destaca El País, aún queda la incógnita de si el país logrará superar su techo histórico de crecimiento moderado.

Categorías: Economía, Uruguay.