El Gobierno Bolivariano de Venezuela emitió esta semana una alerta de viaje que advierte a sus ciudadanos contra visitar Estados Unidos tras la deportación por parte de Washington de numerosos pandilleros del Tren de Aragua a la prisión de máxima seguridad de Cecot, en El Salvador.
Un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Caracas mencionó los riesgos de viajar o residir en Estados Unidos. El comunicado destaca el aumento de los controles migratorios arbitrarios, el acoso, las detenciones sin causa justificada, las deportaciones, la confiscación de bienes y el trato discriminatorio por parte de las autoridades estadounidenses. También señala casos de encarcelamiento sin el debido proceso y traslados a cárceles de terceros países, como la reciente deportación de 238 venezolanos a una prisión de máxima seguridad en El Salvador bajo la Ley de Enemigos Extranjeros de EE. UU., que el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, calificó de secuestro vulgar.
Asimismo, el gobierno chavista recomendó cautela debido al aumento de la violencia y las regulaciones que restringen los derechos en EE. UU., comprometiéndose a proteger a sus migrantes y llamando la atención internacional sobre estas prácticas. Reafirmamos nuestro compromiso con la protección de los migrantes venezolanos y seguiremos denunciando cualquier violación de sus derechos, se lee en el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En los últimos meses, se ha observado un aumento de las medidas arbitrarias de control migratorio y las políticas de acoso contra venezolanos y venezolanas, prosigue el documento firmado por el canciller Yván Gil.
Se han documentado casos de detenciones arbitrarias, deportaciones sin causa, confiscación de bienes y documentos, así como tratos discriminatorios y humillantes por parte de las autoridades estadounidenses, lo que ha llevado a encarcelamientos sin el debido proceso y secuestros en cárceles de terceros países, añade.
Según la decisión de Washington, todos los venezolanos mayores de 14 años pertenecientes al Tren de Aragua —organización surgida en una prisión del país sudamericano y designada como organización terrorista por la Casa Blanca—, que se encuentren en Estados Unidos y no sean naturalizados ni residentes legales permanentes, están sujetos a ser detenidos, retenidos y expulsados.