El expresidente argentino Alberto Fernández fue imputado este lunes por presunta violencia de género contra su expareja, Fabiola Yáñez, a quien habría provocado lesiones leves y graves, además de amenazas coercitivas.
El juez Julián Ercolini ordenó a Fernández el pago de 10 millones de pesos (unos 8.300 dólares al tipo de cambio blue no oficial) y le prohibió acercarse a menos de 500 metros de Yáñez o establecer cualquier tipo de comunicación con ella.
Ercolini destacó la asimétrica dinámica de poder entre Fernández y Yáñez, señalando que la vida política y pública del entonces Presidente contrastaba marcadamente con el perfil más bajo de Yáñez. Tal asimetría habría estado presente desde el inicio de la relación y fue un factor determinante para la configuración de las distintas violencias verificadas.
El magistrado agregó que de comprobarse los delitos, Fernández podría enfrentar hasta 18 años de prisión. Sin embargo, falló en contra de la prisión preventiva alegando la sujeción y actitud positiva frente al proceso del acusado. Fernández ha negado las acusaciones y sostuvo que no hizo nada malo.
Los cargos del fiscal Ramiro González consistieron en: lesiones leves agravadas por haber sido cometidas en un contexto de violencia de género y contra su pareja, reiteradas en 2 oportunidades; lesiones graves agravadas por haber sido cometidas en un contexto de violencia de género y contra su pareja; y amenazas coercitivas.
En su fallo de 184 páginas, Ercolini entendió que los hematomas que Yáñez mostró en su brazo y ojo derecho fueron golpes del expresidente. Existen varios elementos que demuestran la existencia del carácter habitual y continuado de la violencia que, de distintas maneras, habría ejercido el imputado Fernández sobre la nombrada Yáñez, escribió el magistrado.