La prohibición de exportar carne de res por parte del Gobierno boliviano representa pérdidas diarias por un valor aproximado de US$ 500.000 para los ganaderos del país, advirtió este jueves la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb).
La suspensión fue anunciada por el ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca, argumentando la necesidad de regular la oferta y reducir el precio de la carne en el mercado interno.
La Caneb está en emergencia, nos sumamos a la preocupación que afecta principalmente a los ganaderos del oriente. No entendemos el accionar del Gobierno; creo que hemos trabajado para mejorar las exportaciones, estábamos en el camino correcto, pero quiero ser claro la afectación será por más de US$ 500.000 diarios, explicó el gerente de la Caneb, Marcelo Olguín.
Asimismo, señaló que, en 2024, las exportaciones de carne reportaron ingresos por US$ 185 millones, una mejora respecto de los US$ 136 millones de 2023. “Hubo un crecimiento de 40 millones de dólares considerando que ha habido paros, bloqueos, hemos enfrentado problemas de abastecimiento de combustible, falta de dólares”.
“El sector de la carne es una de las potencialidades del país y no podemos retroceder. Nuestra economía corre el riesgo de no recibir más de 200 millones de dólares cuando más necesitamos dólares”, insistió.
“El Gobierno tiene que entender que hay temas que no corresponden al aparato productivo y son temas estructurales, siempre hemos estado abiertos al diálogo, pero los recortes se hacen como ayer y dañan la imagen del país y podemos perder mercados importantes como el chino”, explicó.
“Es una medida que va en contra de la producción, en contra de todo este esfuerzo que está haciendo el sector ganadero para exportar carne, para traer divisas que el país necesita para tener dólares y tratar de equilibrar la economía boliviana”, dijo el presidente interino de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Klaus Frerking.
Por su parte, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, dijo que no habrá objeciones a que se retomen las exportaciones una vez que se estabilicen los precios minoristas. “Si se normaliza el precio de la carne, no hay problema, se puede seguir exportando. Pero mientras exista el problema, se preserva el mercado interno, esa es la postura de un Gobierno que cuida el bolsillo de la población”, resaltó.
El viceministro de Desarrollo Agropecuario, Álvaro Mollinedo, también explicó que la decisión de paralizar las exportaciones de carne vacuna buscó priorizar la seguridad alimentaria de la población local. “Cada vez que (los productores de carne) quieren hacer subir más la carne, el precio ha llegado a estar entre 60 a 65 bolivianos el kilo y tiende a subir, incluso un poco más, sostuvo.
Asimismo, hay menos oferta de carne en los diferentes mercados y también menos oferta de ganado en pie en los diferentes puntos de distribución (mataderos)”, lamentó Mollinedo en referencia a productores privados como la Confederación de Ganaderos de Bolivia (Congabol), la Federación de Ganaderos del Beni (Fegabeni) y la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz).