Argentina registró el año pasado su mayor superávit comercial nominal en dos décadas, según un informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundido este lunes en Buenos Aires. El documento reflejó un resultado positivo de 18.900 millones de dólares que contrastó con el déficit de 6.925 millones de dólares del año anterior.
Sólo en diciembre de 2024, las exportaciones argentinas alcanzaron los US$ 7.035 millones, mientras que las importaciones sumaron US$ 5.369 millones para un superávit de US$ 1.666 millones, convirtiéndose así en el 13º mes consecutivo con resultado favorable tras la devaluación del peso en diciembre de 2023.
Las ventas al exterior subieron 20% en 2024 impulsadas por las manufacturas de origen agropecuario e industrial que representaron 37,2% y 27,7% del total, respectivamente. En tercer lugar se situaron los productos primarios, con un 23%, seguidos de los combustibles y la energía, con un 12,1%. Entre los principales productos exportados figuran la harina y los pellets de soja (13,2%), el grano de maíz (8,9%) y el petróleo crudo y los aceites de soja (6,9% cada uno).
Brasil siguió siendo el principal destino, con el 17,1% de los envíos, seguido de Estados Unidos (8,1%) y Chile (7,9%).
Por su parte, las importaciones bajaron un 17,5% respecto a 2023. Los bienes intermedios, partes y accesorios y bienes de capital representaron el 76% de las compras, principalmente a Brasil (23,6%), China (19,2%) y Estados Unidos (10,2%).
El informe del Indec también menciona que la caída de los precios internacionales perjudicó a Argentina, generando pérdidas por unos 1.550 millones de dólares, tras bajas del 5,8% en los productos vendidos al exterior y sólo del 4% en los artículos comprados.
De todos modos, el saldo histórico destacó la capacidad del país para potenciar sus exportaciones, controlando al mismo tiempo sus importaciones, aún en un contexto internacional adverso.