Mientras se barajan varias teorías sobre las causas probables del accidente del vuelo J2-8243 de Azerbaijan Airlines en Kazajstán, una cosa parece segura: el avión Embraer E-190 de fabricación brasileña fue dañado desde el exterior, lo que causó al menos 38 muertos y 29 supervivientes, algunos de los cuales se encuentran en estado grave.
Representantes de Embraer ya han llegado al lugar del siniestro para cooperar en la investigación.
Cuatro fuentes citadas por Reuters afirmaron que las defensas aéreas rusas derribaron por error al avión. Según versiones en Moscú, se le impidió aterrizar en Grozny debido a un ataque con drones desde Ucrania. Azerbaijan Airlines emitió un comunicado el viernes mencionando interferencias externas, físicas y técnicas.
Full video of the Azerbaijan Airlines plane crash from today.
— Paul A. Szypula (@Bubblebathgirl) December 25, 2024
It shows the pilot trying to save the flight and then crashing in a fireball where miraculously close to 30 of the 67 aboard reportedly survived.
Video after the crash shows evidence of what could be bullet holes. pic.twitter.com/sXnM4AFk1x
Tras el estruendo, pensé que el avión iba a hacerse añicos, dijo a Reuters un superviviente desde el hospital. Era obvio que el avión había sufrido algún tipo de daño, añadió.
El servicio con 67 personas a bordo cayó el día de Navidad cuando se dirigía de Bakú, capital de Azerbaiyán, a Grozny, capital de la república chechena en territorio ruso. El avión cayó cerca de Aktau, un puerto del mar Caspio en el oeste de Kazajstán. Como consecuencia, la compañía anunció que suspendía los vuelos a varios destinos rusos, ya que los resultados preliminares de la investigación sobre el accidente del avión Embraer 190 que operaba el vuelo J2-8243 de Azerbaijan Airlines Baku-Grozny apuntan a interferencias externas, físicas y técnicas.
El Kremlin dijo este viernes que no se pronunciaría hasta que concluya la investigación y negó haber acordado con las autoridades azerbaiyanas y kazajas dar una versión oficial conjunta. Sin embargo, el director de la aviación civil rusa afirmó que el avión intentó aterrizar en Grozny en medio de un ataque ucraniano con drones. Otras autoridades rusas mencionaron un posible impacto de aves, que habría persuadido al capitán a buscar un aeropuerto alternativo.
Expertos entrevistados por el diario moscovita Izvestia no descartan una falta de combustible. Tras dar la señal de emergencia, el avión cruzó el mar Caspio, y nada se lo impidió. Sin embargo, está claro que ninguno de los motores funcionaba en la fase final del vuelo, durante el aterrizaje, declaró el piloto ruso Yury Sytnik. Los expertos tienen que comprobar cuánto combustible se cargó en el avión para averiguar si pudo agotarse mientras cruzaba el mar Caspio de camino a la ciudad kazaja de Aktau, añadió. El fallo de los dos motores a la vez pudo deberse a varios factores, entre ellos problemas de combustible y filtros obstruidos, señaló también el piloto.
El jefe de la Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia, Dmitry Yadrov, explicó que el avión fue desviado de Grozny porque el aeropuerto estaba cerrado temporalmente debido a los ataques de drones ucranianos. Además, las malas condiciones meteorológicas agravaron los problemas en tierra. También señaló que la tragedia estuvo precedida por una situación muy complicada cerca del aeropuerto de Grozny. En ese momento, aviones no tripulados ucranianos estaban llevando a cabo ataques terroristas contra infraestructuras civiles en Grozny y Vladikavkaz, dijo, añadiendo que esto provocó el cierre temporal del aeropuerto de Grozny, con el personal en alerta máxima. Además, había una espesa niebla cerca del aeropuerto de Grozny, señaló Yadrov. Con una visibilidad limitada a 500 metros, el piloto intentó dos aterrizajes, pero finalmente optó por abandonar la zona y dirigirse a Aktau, al otro lado del mar Caspio.
Otros informes mencionan la explosión de una bombona de oxígeno a bordo en el momento del impacto, que dejó inconscientes a muchos pasajeros.