La solicitud para una investigación que incluía la recolección de huevos abandonados y el uso de un endoscopio para examinar nidos de aves hurgados en la tierra en las Islas Falkland, para un trabajo de campo sobre “pájaros argentinos” fue rechazada por la Comisión de Medio Ambiente de las Islas.
Al hacer la presentación ante la Comisión, la jerarca en materia de Medio Ambiente, Emma Harte explicó que, “no es nuestro trabajo analizar el lado político de los asuntos, pero el grupo de revisión ética si realizó una revisión. No hubo consenso en la materia del momento que se denominó a la presentación como un “trabajo de campo argentino”.
“Hubo además varios faltantes en la solicitud. Fue realmente difícil descifrar que nivel de perturbación iba a tener lugar, como se iba a encarar el trabajo en los nidos y si iban a espantar a las aves de sus nidos para obtener fotos de los huevos”.
El grupo ético realizó una serie de preguntas a los investigadores relativas a estos puntos, y si las aves a estudiar en las Islas Falkland iban a ser distinguidas como aves de las Islas Falkland. En el sumario de la solicitud presentado el investigador dijo, “por supuesto. Toda la información que vamos a recoger de este viaje será explícitamente referida a las Islas Falkland”.
Miss Harte continuó, había preguntas en cuanto a si los investigadores tenían la experiencia como para realizar la tarea propuesta y “si queremos que la gente se lleve los huevos abandonados fuera de las Falklands.”
La Comisión estudió la aplicación algo desprolija y simplista, y enumeró una serie de preocupaciones. Al Baylis se refirió sobre la previa aplicación para la recolección de huevos, la cual había sido rechazada afirmado que se habría asentado un precedente sobre el cual habría que seguir operando.
El legislador MLA Pete Biggs planteó que existía un “elemento político” en la solicitud y el consenso en Gilbert House (sede del gobierno autónomo de las Falklands), era que en efecto “las aves de las Falklands, no eran aves argentinas”.
A su vez Miss Harte mencionó que existían razones para rechazar la solicitud, aun dejando la política de lado, y haciendo referencia a temas de bienestar y éticos. Agregó, “hay un cierto grado de incertidumbre en cuanto a los métodos actuales a utilizar y las perturbaciones que podrían llegar a ocasionar”.
Andy Stanworth de la Comisión mencionó que las investigaciones en general son apolíticas y que resultaba “difícil desbrozar” a los dos en el caso que se analiza. También manifestó que si la solicitud hubiera sido “perfecta”, la Comisión tendría “una posición diferente”.
La legisladora Leona Roberts agrego, “creo que faltaba mucha información…parece que lo presentado hubiera sido algo muy mínimo”
Por último la Comisión rechazó la solicitud alegando razones de “incertidumbre además de perturbaciones”.
Un expediente relativo a la recolección de huevos y si debería existir y crearse una política formal en cuanto al tema, también se discutió el 6 de diciembre en la Comisión.
Baylis sostuvo que contar con formas de cómo hacerlo serían muy útiles para que los investigadores no gasten tiempo en “esperanzas de…” Y que resultaría positivo aprender como encaran el asunto en otros países.
Gisell Hazell dijo que si alguien recogía huevos, el material tendría que ser bio-registrado para usos futuros, y de esa forma eliminar la necesidad de las distintas recolecciones para los múltiples proyectos que se presenten.
La Comisión por ultimo entendió que la normativa en materia de recolección de huevos debería ser el punto de partida como forma para futuras investigaciones en la materia.