En uno de los últimos momentos significativos de su mandato de cinco años, que concluye el 28 de febrero, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, entregó este viernes la presidencia rotativa del Mercado Común del Sur (Mercosur) a su colega argentino, Javier Milei, al concluir en Montevideo la 65ª Cumbre de Líderes del bloque.
En su discurso de aceptación, el jefe de Estado libertario insistió en sus declaraciones sobre el proteccionismo del Mercosur y abogó por reformas que permitan a los Estados miembros buscar acuerdos comerciales individuales con otros países o grupos.
Milei también dijo que trabajará para que haya menos trabas para comerciar adentro, más libertad para comerciar afuera y más cooperación para la persecución del narcotráfico, especialmente en la Triple Frontera (Argentina, Paraguay y Brasil).
La realidad es que tenemos dos caminos: o aceptamos que el Mercosur no funciona y lo disolvemos, lo que no es la voluntad del gobierno argentino, o lo adaptamos para que sea funcional a las necesidades actuales de sus miembros. Esta segunda alternativa, por supuesto, requiere honestidad intelectual y voluntad de cambio, argumentó Milei.
Mi ministro de Economía dijo hace unos días que hay momentos en que la historia cambia, estamos acostumbrados a leer sobre esos momentos en el libro de texto. Entonces asumimos que no podemos vivirla, que el presente es estático, y que hacer historia es algo que siempre ocurre en el pasado. Y sin embargo, la gran historia se hizo y la hicieron simples hombres como nosotros, no dioses. Esa es precisamente la libertad del hombre: poder salir del determinismo de nuestro pasado y hacer algo diferente, ser los arquitectos de nuestro propio destino. Quiero invitarlos a todos a ejercer esa libertad, que es el don más preciado que se nos ha dado, a atrevernos a dejar atrás el determinismo y hacer grande la historia una vez más, continuó el Presidente argentino.
Si bien la responsabilidad del fracaso argentino recae mayoritariamente en décadas de política económica destructiva, el Mercosur y sus restricciones han sido un escollo para los argentinos, señaló también.
A finales de los años 80, con un mundo completamente fracturado tras la Guerra Fría y la polarización ideológica, el bloque sudamericano surgió como una forma de buscar la integración de los mercados de sus países, eliminando aranceles, burocracias y doble imposición, explicó.
Se propuso un sistema de arancel externo común para tratar de proteger la industria de nuestros países, creyendo que esto traería un beneficio a nuestros ciudadanos. Desgraciadamente, el camino del infierno está lleno de buenas intenciones, añadió, al tiempo que sostuvo que, desde su visión libertaria, no se sorprendió de que el resultado haya sido el contrario al que se pretendía luego de que el arancel externo común encareciera las importaciones, afectando así a las industrias locales importadoras de insumos, lo que cerró innumerables canales de comercio.
Tanto por la rigidez del arancel externo común como por las innumerables barreras arancelarias que hemos inventado a lo largo de los años, tanto el comercio del Mercosur con el mundo como el comercio intra-Mercosur se han deteriorado, señaló Milei.
Tras la ceremonia, el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva se ausentó, dejando que el Ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, posara en la tradicional foto de familia. Se cree que la actitud de Lula fue en respuesta a la ausencia de Milei en la foto del G20 el mes pasado en Río de Janeiro.