El Gobierno Libertario de Argentina planea reformar las leyes migratorias del país, incluyendo el cobro a extranjeros no residentes por atención médica y matrícula universitaria, entre otras iniciativas, anunció este martes el portavoz presidencial, Manuel Adorni.
Vamos a impulsar una serie de modificaciones al régimen migratorio para avanzar hacia un país ordenado, que cuide sus fronteras y a sus ciudadanos, explicó Adorni. Las universidades nacionales podrán cobrar aranceles a los estudiantes extranjeros no residentes, lo que sería una “fuente de ingresos”, agregó. Añadió que hasta un tercio de los estudiantes de medicina son extranjeros. En su conjunto, los estudiantes extranjeros representan el 4,3% de la matrícula de las universidades públicas argentinas (79.834 alumnos en carreras de grado). La mayoría proceden de países latinoamericanos, principalmente Brasil, Perú, Paraguay, Bolivia, Colombia, Venezuela, Ecuador y Chile.
En cuanto a la atención médica gratuita, Adorni destacó que desde que se adoptó una medida similar en la provincia de Salta, ”se redujo al 95% la atención a extranjeros y se generó un ahorro de AR$ 60 millones (unos US$ 60.000), lo que redundará en una mejor atención a la población local. Según la nueva norma, los organismos nacionales, provinciales o municipales definirán las condiciones de acceso a los servicios de salud, incluyendo la posibilidad de cobrar por ellos. Decimos adiós a los famosos tours sanitarios que son tan conocidos aquí, subrayó Adorni.
El presidente paraguayo, Santiago Peña, dijo que la medida era una decisión soberana de Argentina que no puede ser cuestionada. Se estima que paraguayos y bolivianos encabezan la lista de extranjeros que viajan a Argentina para recibir atención médica gratuita.
Adorni también mencionó que se enviará un proyecto de ley al Congreso para ampliar la lista de delitos por los que se impedirá el reingreso al país o que podrían justificar la expulsión de ciudadanos extranjeros. Si un extranjero es sorprendido cometiendo un delito o violando el sistema democrático, será automáticamente expulsado del país y se le prohibirá volver a entrar. Además, se impondrán penas de prisión a quienes infrinjan la prohibición de reingreso, señaló Adorni. A partir de ahora, los malhechores y oportunistas deben quedarse en sus casas del otro lado de la frontera y no venir a Argentina a perjudicar a los ciudadanos que residen en territorio nacional, argumentó. Asimismo, los controles fronterizos podrán denegar la entrada a personas con documentación irregular o de las que se sospeche que pretenden entrar con intenciones distintas a las declaradas. El objetivo es claro: ladrones, okupas y oportunistas deben quedarse fuera de nuestras fronteras. Este es un país para los que vienen a construir, no a destruir”, señaló.