El Primer Ministro de Noruega, Jonas Gahr Støre, anunció en la Conferencia Global Citizen Now: Río de Janeiro que su país donará otros 60 millones de dólares al Fondo Amazonia, informó la Agencia Brasil.
La medida fue aprobada en reconocimiento al logro del país sudamericano de reducir la deforestación amazónica en un 31% en 2023, se explicó. El Fondo Amazonia es administrado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) y coordinado por el Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil.
Según el Presidente del BNDES, Aloizio Mercadante, se trata de otra demostración significativa de la confianza mundial -en particular de Noruega- en el compromiso del Gobierno del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva con la reducción de la deforestación, la preservación de la Amazonia y la mitigación de los efectos del cambio climático.
Noruega es un socio de larga data, y nuestra colaboración sigue fortaleciéndose, afirmó Mercadante en un comunicado.
El Primer Ministro Støre destacó el impacto de la lucha contra la deforestación en el país. El éxito de Brasil en la reducción de la deforestación es una prueba clara de la ambición y determinación del Gobierno de Lula. Demuestra cómo acciones específicas pueden dar resultados significativos para el clima y la naturaleza, afirmó.
La Directora Socioambiental del BNDES, Tereza Campello, anunció que el Fondo Amazonia ha aprobado 153 millones de dólares en proyectos en lo que va de año. Añadió que el Fondo Amazonía es sin duda uno de los más auditados del mundo. El BNDES se ha comprometido a reforzar su gobernanza para aumentar el impacto del fondo en la protección del medio ambiente, la bioeconomía y la inclusión social en la región amazónica.
Esta nueva donación de Noruega confirma que estamos en un camino prometedor para ampliar las iniciativas que benefician tanto a las personas como al medio ambiente de la región amazónica, argumentó Campello.
Según el BNDES, datos del Proyecto de Monitoreo Satelital de la Deforestación en la Amazonia Legal (Prodes/Inpe) indican que entre agosto de 2023 y junio de 2024, la deforestación en la Amazonia brasileña alcanzó su nivel más bajo desde 2015. Esto marca el quinto nivel más bajo de deforestación desde que comenzó el monitoreo en 1988.
El BNDES insistió en que el objetivo del gobierno brasileño de alcanzar la deforestación cero en la Amazonia para 2030 es crucial para la mayor selva tropical del mundo, que desempeña un papel vital en la regulación del clima global.