Un tribunal penal de la provincia patagónica argentina de Chubut, con sede en la ciudad de Rawson, declaró este jueves culpable al empresario agropecuario Ricardo La Regina por los delitos de daño agravado y crueldad animal en la denominada Masacre de Pingüinos de Punta Tombo. La sentencia está prevista para el lunes.
En 2021, La Regina arrasó con una colonia de 105 pingüinos y 175 nidos en la reserva de la zona de Punta Clara. La fiscalía recordó que se encontraron alambrados en poder del acusado, cuyo abogado Federico Ruffa había intentado llegar a un acuerdo de juicio abreviado mediante la donación de 500 hectáreas de tierra al Estado, lo que no fue aceptado.
Los jueces Carlos Richieri, Eve Ponce y Laura Martini declararon al empresario culpable de delitos que conllevan penas de entre 4 y 12 años de cárcel, lo que significa que La Regina tendrá que cumplir algún tiempo de prisión efectiva. En Argentina, sólo las penas inferiores a 3 años son susceptibles de libertad condicional inmediata.
El tribunal declaró a La Regina autor penalmente responsable de los delitos de daño agravado, hecho en la modalidad de delito continuado por los hechos ocurridos entre los días 10 y 14 de agosto, 10 y 14 de septiembre y 26 de noviembre y 4 de diciembre de 2021 en la estancia La Perla, ubicada en el departamento de Florentino Ameghino de la provincia de Chubut. También fue hallado culpable del delito de crueldad animal por los hechos ocurridos entre el 26 de noviembre y el 4 de diciembre de 2021.
Sin embargo, fue absuelto de los cargos por los hechos ocurridos entre el 10 y el 14 de septiembre de ese año, cuando volvió a conducir la retroexcavadora por el mismo camino que había abierto exactamente un mes antes.
Entre agosto y diciembre de 2021 abrió un camino con una retroexcavadora, entre su rancho en Punta Clara lindante con la pingüinera protegida Punta Tombo y el océano, además de desmontar flora autóctona para instalar un cable electrificado.
En el proceso, se aplastaron nidos, crías y huevos de pingüinos. Según el testimonio de varios expertos, murieron entre 200 y 300 pingüinos de Magallanes. El abogado de La Regina alegó que no podía probarse que las obras hubieran causado realmente la muerte de ningún pingüino.
La Regina también alegó en su defensa que los pingüinos estaban afectando a su medio de vida que consistía en la cría de ganado que necesitaba alimentarse. El Estado estuvo ausente durante más de 10 años y la Justicia tampoco actuó en ese tiempo, se quejó. Los cargos contra La Regina fueron presentados por su tío Alberto La Regina, uno de los primeros guardafaunas de la zona. Su padre, Luis, donó las tierras para crear la pingüinera, que durante décadas fue la mayor reserva de pingüinos magallánicos del mundo.
El caso adquirió notoriedad mundial debido al daño medioambiental, y muchos demandantes particulares se sumaron a los esfuerzos de la fiscal Florencia Gómez, quien subrayó que La Regina despreció la biodiversidad en su afán de lucro. También explicó que la acción de La Regina provocó el desmonte de 2.049 metros cuadrados de flora y fauna, afectando gravemente a nidos, huevos y pichones de pingüinos, e insistió en que el acusado siempre fue consciente del daño que causaba.