El Secretario Británico de Asuntos Exteriores, David Lammy, afirmó este lunes en Lagos (Nigeria) que las llamadas reparaciones por esclavitud reclamadas por muchas antiguas colonias no consisten en la transferencia de dinero en efectivo, lo que sería un debate simplista en la prensa.
Argumentó, en cambio, que había otras formas en que el Reino Unido del siglo XXI podía abordar el impacto de una práctica tan horrible y horrenda de antaño, como unas mejores relaciones comerciales con los países africanos.
Lammy, que visita Nigeria y Sudáfrica esta semana, afirmó que Gran Bretaña persigue un nuevo enfoque de las relaciones con las naciones africanas que se traduzca en asociaciones respetuosas que escuchen en lugar de contar, que aporten crecimiento a largo plazo en lugar de soluciones a corto plazo, y que construyan un continente más libre, seguro y próspero.
Muchos de los participantes en la 27ª Cumbre de Jefes de Gobierno de la Commonwealth, celebrada recientemente en Samoa, coincidieron en la necesidad de un debate significativo, respetuoso y veraz sobre la justicia reparadora para la trata transatlántica de esclavos y las cicatrices que ha dejado.
Soy descendiente de personas esclavizadas, así que lo reconozco, admitió Lammy, hijo de inmigrantes guyaneses en el Reino Unido. Las autoridades británicas trajeron a la antigua colonia sudamericana muchos esclavos africanos e indios y sirvientes contratados.
Lammy también declaró a la BBC que las reparaciones no consisten en transferir dinero en efectivo, especialmente en esta crisis del coste de la vida en el Reino Unido. En su lugar, argumentó, los países en desarrollo podrían beneficiarse de la transferencia de conocimientos científicos y técnicos británicos.
El gabinete del Primer Ministro Keir Starmer en el número 10 de Downing Street ha descartado previamente tanto los pagos en efectivo como otras formas de justicia reparadora no financiera porque no pagamos reparaciones, según declaró un portavoz de Starmer el mes pasado, añadiendo que Londres tampoco ofrecerá disculpas por la esclavitud.
Gran Bretaña empezó a comerciar con esclavos de África a América en 1562, convirtiéndose en el mayor traficante de esclavos del mundo en la década de 1730. Sin embargo, en el siglo XIX, Londres dio marcha atrás, prohibiendo el comercio de esclavos en 1807 y aboliendo la esclavitud en las colonias en 1833.
En la reciente cumbre de la Commonwealth, el rey Carlos III argumentó que el pasado no podía cambiarse e insistió en encontrar el lenguaje adecuado y una comprensión de la historia que nos guíe para tomar las decisiones correctas en un futuro en el que existe desigualdad.