Las autoridades venezolanas detuvieron a tres estadounidenses, dos españoles y un ciudadano checo presuntamente implicados en un complot para asesinar al presidente Nicolás Maduro, según anunció este fin de semana el ministro del Interior, Diosdado Cabello. En un mensaje televisivo, el funcionario afirmó que los sospechosos pertenecían a una misión organizada por la CIA para derrocar al Gobierno bolivariano. Cabello también mostró imágenes de las armas incautadas.
Entre los ciudadanos estadounidenses detenidos figura el ex Navy Seal Wilbert Joseph Castañeda Gómez, que había servido en Afganistán, Irak y Colombia, dijo Cabello. También señaló que dos ciudadanos españoles, José María Basoa Valdovinos y Andrés Martínez Adasme, fueron detenidos recientemente en Puerto Ayacucho en situación irregular, tomando fotos. El funcionario venezolano afirmó que los dos sospechosos tenían vínculos con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España, aunque se afirmara lo contrario.
El Departamento de Estado de EE.UU. confirmó a última hora del sábado la detención de un militar estadounidense y también admitió que tenía conocimiento de informes no confirmados de otros dos ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela.
Estas detenciones se produjeron apenas dos días después de que el Tesoro estadounidense impusiera sanciones a 16 acólitos de Maduro acusados por Washington de obstruir la votación durante las elecciones venezolanas del 28 de julio y de llevar a cabo abusos contra los derechos humanos.
La semana pasada, el Parlamento español reconoció al candidato opositor Edmundo González Urrutia, actualmente asilado en Madrid, como ganador de las elecciones. Además, el Ministerio de Asuntos Exteriores español negó el domingo cualquier implicación en una operación de desestabilización política. El Gobierno del presidente Pedro Sánchez insistió en una solución democrática y pacífica de la situación en Venezuela, pero Caracas insinuó que el reino europeo iba a suministrar mercenarios” para una supuesta operación dirigida por Estados Unidos.
Madrid también negó que los sospechosos Andrés Martínez Adasme (32) y José María Basoa Valdovinos (35) formaran parte del Servicio de Inteligencia español o de cualquier otro organismo estatal. Según sus familias, ambos se encontraban en Venezuela como turistas. Después de que sus parientes perdieran todo contacto el 9 de septiembre y denunciaran su desaparición en las redes sociales, se descubrió que habían sido detenidos.
En este escenario, el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y ex ministro de Exteriores español, Josep Borrell, dijo que el de Maduro era un régimen dictatorial y autoritario.
En respuesta, el canciller venezolano, Yván Gil, argumentó que Borrell era el vocero del mal que debería estar en el basurero de la historia por perjudicar a su país inventando gobiernos ficticios. Para Gil, Borrell deja un legado oscuro en la Unión Europea, una institución decrépita, colonialista y guerrerista.