El usuario de X Agustín Coto, posiblemente el protagonista de la saga de la amenaza de bomba en el vuelo AR 1883 de Aerolíneas Argentinas, publicó en su cuenta de redes sociales su versión de los hechos que rodearon al servicio del domingo entre Ushuaia y Buenos Aires. El episodio de por sí cobró notoriedad adicional por llevar como pasajeros a las celebridades locales Carmen Barbieri y Marcelo Polino.
Hoy me pasó algo surrealista, escribió Coto. Vuelo de Aerolíneas Ushuaia-Buenos Aires, Asiento 24 C. Avión lleno, agregó en una extensa anotación. Despegamos y el tipo que estaba sentado a mi lado, en pleno despegue, se levanta y corre a la parte de atrás. Vuelve, se sienta otra vez, se levanta de nuevo y se va a la parte de atrás del avión. Nunca había visto nada parecido, explica. ”Pasan unos minutos y el capitán anuncia que teníamos que volver al aeropuerto de Ushuaia, sin aclarar el motivo (después todo tendría sentido), posteó Coto.
Regresamos, aterrizamos y... esperamos en la pista. El tipo extraño seguía detrás nuestro, con las azafatas”, describió además el autor, que se define como historiador y legislador fueguino por la filial local de La Libertad Avanza (LLA) del presidente Javier Milei. ¡Mirando el teléfono, me enteré de que el avión había dado media vuelta por una amenaza de bomba! Entre asustado y nervioso, esperé un rato más, charlando con los demás pasajeros.
Entonces, la policía de seguridad del aeropuerto llegó unos minutos más tarde y se llevó a un tipo que resultó ser ¡YO!, escribió incrédulo. Operativo, protocolos de seguridad activados, perro detector de explosivos, etcétera. Todo ok. Falsa alarma, señaló.
¡Me detienen, pregunto por qué y me dicen que mi vecino de asiento me acusó de llevar una bomba! Surrealista, insistió Coto.
”Declaraciones, espera, nervios, risas. Por fin sale el vuelo, al turista brasileño inventor de situaciones bombísticas (y bombásticas) no le dejan subir al avión y despegamos sin ningún inconveniente sobre las 8 de la tarde, relató además el autor a sus seguidores.
Ah. Salí en todos los medios de comunicación, me dicen”, contó también conmocionado.
En opinión de Coto, la moraleja de la historia era: Evita viajar en aviones sentado al lado de colifas (locos).