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Cadena mayorista estaría planeando éxodo argentino

Makro está en Argentina desde 1988

Makro, una importante cadena de supermercados mayoristas donde cualquiera puede comprar a precios más convenientes, ha anunciado su decisión de abandonar Argentina, asolada por la crisis, después de unos 30 años en el país sudamericano donde las ventas siguen cayendo a pesar de la eufórica narrativa oficialista de la administración del presidente Javier Milei. Según la consultora Scientia, sólo en agosto el sector mayorista enfrentó una caída de las ventas del 18,8%.

Según se informó, la empresa habría puesto a la venta sus 24 sucursales en 10 territorios argentinos tras haber reducido su desarrollo en otros países de la región como Brasil, Perú y Venezuela. Makro, propiedad del grupo holandés HSV, habría encargado al Banco Santander los procedimientos de liquidación, según medios locales.

Aunque Makro negó la medida, se dijo que se estaban llevando a cabo negociaciones con compradores potenciales, algunos de ellos ya involucrados en el negocio mayorista o de supermercados. Se estima que los activos de Makro valen alrededor de 200 millones de dólares.

Makro había desembarcado en Argentina en 1988 de la mano del empresario y excongresista de origen colombiano Francisco de Narváez, entonces dueño de la extinta cadena Tía.

Otros actores del sector mayorista que podrían hacerse cargo de las operaciones de Makro son Diarco, Yaguar, Vital y Maxiconsumo. La semana pasada, Diarco anunció la audaz medida de aceptar dólares estadounidenses a un tipo de cambio propio (AR$ 1.400 = US$ 1), lo que ahorra a los consumidores argentinos la necesidad de vender sus ahorros a una cotización apenas superior a los AR$ 1.300 para sus compras diarias. A pesar de la etiqueta “al por mayor”, cualquiera puede comprar cualquier cantidad de productos. Sin embargo, ninguna transacción permanece anónima, incluso si se paga en efectivo.

“Recibimos tus dólares y al mejor precio. Cara pequeña, cara grande, arrugada, vieja...”, reza la publicidad de Diarco, reflejando que los billetes con cara de Benjamín Franklin más pequeña o deteriorados se toman a un valor aún menor en las “cuevas” (casas de cambio no oficiales) o incluso son rechazados. Asimismo, la cotización Diarco se publicará diariamente, se explicó.