El capítulo argentino del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) publicó este martes un informe que muestra que alrededor de 1,5 millones de niños en el país se saltan comidas todos los días y al menos 1 millón no puede cenar. El mismo documento publicado en el marco de la campaña “El hambre no tiene final feliz” constató también que 4,5 millones de adultos de estos hogares no comen todas sus comidas diarias dada la actual crisis económica y prefieren alimentar a sus hijos.
El aumento de los precios y el estancamiento económico durante más de una década han afectado la capacidad de generación de ingresos de millones de hogares con niños, explicó Unicef.
Asimismo, la agencia de Naciones Unidas descubrió que alrededor de 10 millones de niños consumían menos carne y productos lácteos en comparación con el año pasado, ya que casi la mitad de los hogares con niños no pueden cubrir los costos básicos de alimentación, salud y educación. Por ello, Unicef subrayó la necesidad de implementar políticas combinadas para proteger a los niños a través de programas de ayuda a los sectores más desfavorecidos de la sociedad.
Según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) de Argentina, la pobreza en Argentina alcanzó el 41,7% en el segundo semestre de 2023, afectando a 19,5 millones de personas. La indigencia alcanzó el 11,9%, impactando a 5,6 millones de personas. El próximo informe del Indec sobre este tema será publicado el 26 de septiembre.
El último estudio del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA) detectó que el 54,9% de la población era pobre y el 20,3% indigente. Unicef informó que, en lo que va de 2024, el 70% de los niños vivían en pobreza y el 30% en pobreza extrema.
“Una de cada cuatro familias dejó de comprar medicamentos para sus hijos y se redujeron los controles médicos y odontológicos”, dijo a Página/12 Sebastián Waisgrais, del equipo de Monitoreo e Inclusión Social de Unicef. Para peor, el 9% de los hogares abandonaron su seguro médico, añadió. La inseguridad alimentaria se ha convertido en uno de los problemas más sensibles de la actualidad, sostuvo.
”Lo que observamos es que las restricciones de ingresos en los hogares están ligadas a un contexto más amplio: en lo que va de 2024, el 15% (algún sustentador) de las familias perdió su empleo, y el 65% de ellas se ubican en los sectores más vulnerables”, afirmó Waisgrais. Además, el 14% de los trabajadores autónomos han perdido a muchos de sus clientes. Como resultado, el endeudamiento está aumentando.