La agencia de calificación crediticia Fitch esbozó este miércoles las posibles consecuencias de las últimas medidas de Argentina, que agravarían la incertidumbre sobre las reservas del país sudamericano, especialmente tras el envío de parte de su oro al extranjero, además de otros gambitos financieros que permitirían la creación de pesos bancarios que pondrían en peligro el regreso a los mercados globales de capital.
La agencia Fitch calificó a Argentina con una CC, mostrando que era probable una reestructuración o impago de algún tipo de los bonos en moneda extranjera, a pesar de que el presidente Javier Milei aseguró que su Gobierno honraría todos los próximos vencimientos pase lo que pase, se explicó. La agencia también recordó que los pagos de bonos en moneda extranjera en 2025 ascenderán a 9.000 millones de dólares en 2025, frente a los 4.000 millones de dólares de este año, al tiempo que cuestionó la paridad móvil del 2% mensual, ya que se cree que las reservas netas de Argentina están en números rojos por valor de unos 6.000 millones de dólares.
Fitch argumentó que las autoridades argentinas pretenden limitar la oferta de pesos, lo que a su vez provocaría una reducción adicional de la inflación que redundaría en mejores condiciones para el levantamiento del llamado cepo cambiario. Sin embargo, el alcance de este plan no está claro, advirtió Fitch Ratings. Al asumir deuda del BCRA [Banco Central de la República Argentina], el Tesoro acumulará un nuevo stock de deuda de corto plazo, que podría ser una fuente de demanda potencial de dólares en un shock de confianza. El BCRA también retiene el derecho de comprar [bonos] LeFi, dejando una vía abierta para la creación de pesos.
En opinión de Fitch, un cambio de tasas de interés reales negativas a positivas podría aumentar aún más la deuda interna. Reducirla exigiría un superávit fiscal aún mayor, lo que podría frenar cualquier recuperación económica.
Las autoridades están buscando un acuerdo de recompra con bancos extranjeros para hacer frente a estos pagos. Pero hacerlo de forma sostenida, sin reestructuración ni otras ayudas, exigirá acumular reservas y recuperar el acceso a los mercados de capitales. Las perspectivas de ambas cosas se han vuelto aún más inciertas tras los recientes anuncios políticos, afirmó Fitch.
El informe firmado por el analista Todd Martínez también expresa algunas dudas sobre las posibilidades de éxito del plan del ministro de Economía, Luis Toto Caputo, que incluye seguir vendiendo reservas para evitar que el dólar se dispare. El estudio insistió en que la variación mensual del 2% en el tipo de cambio atrasa con respecto a la inflación, neutralizando así los efectos positivos de la devaluación de diciembre pasado.
Además, la intervención del Gobierno en el tipo de cambio contraviene las recomendaciones del FMI, lo que oscurece las perspectivas de nueva financiación, subrayó Fitch.
Caputo pronosticó esta semana que habrá inflación cero o deflación antes de fin de año, a pesar de recientes subas en los precios de los alimentos y otros artículos básicos.
En este escenario, el dólar blue (un eufemismo para mercado negro) cotizó a AR$ 1,425 / 1,455 (compra/venta) este miércoles, luego de que el BCRA a anunciara una flexibilización en las políticas cambiarias. Con las nuevas cifras, la brecha entre el dólar blue y el oficial se ubicó en 56,6%, se informó en Buenos Aires. Esto representó una leve mejora con respecto al 62% del 12 de julio.
El BCRA anunció que acortaba los plazos para que las empresas que acceden al mercado oficial de cambios compren dólares para el pago de importaciones, además de aumentar el monto que los exportadores de servicios no están obligados a liquidar en el mercado argentino. El BCRA también permitió que las personas que hubieran recibido alguna asistencia del Estado durante la pandemia o que sean beneficiarias de subsidios al consumo de servicios públicos puedan realizar operaciones de cambio a través de títulos en moneda extranjera.