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Otorgan arresto domiciliario a rugbiers franceses en Mendoza

Jueves, 18 de julio de 2024 - 10:21 UTC
Oscar Jégou y Hugo Auradou fueron trasladados a una residencia no revelada de la zona portando dispositivos de seguimiento Oscar Jégou y Hugo Auradou fueron trasladados a una residencia no revelada de la zona portando dispositivos de seguimiento

Las autoridades judiciales de Mendoza concedieron este miércoles a los jugadores internacionales franceses de rugby Oscar Jégou y Hugo Auradou el derecho a esperar su juicio por violación bajo arresto domiciliario en la capital de la provincia argentina, después de que la fiscal Cecilia Bignert accediera a una petición presentada por el abogado defensor Rafael Cúneo Libarona, hermano y ex socio del bufete del ministro federal de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.

Ambos acusados han sido trasladados a una residencia no revelada de la zona portando dispositivos de rastreo, se informó también.

Los dos jugadores fueron acusados por una mujer de 39 años de haberla violado en el hotel del equipo francés en Mendoza, donde habían participado en un partido internacional de rugby contra los Pumas. Según la Federación Francesa de Rugby (FFR), los jugadores admitieron haber mantenido relaciones sexuales con ella “pero negaron rotundamente cualquier forma de violencia”.

Si son declarados culpables, se enfrentan a penas de entre 8 y 20 años de cárcel. Familiares de los jugadores se encuentran en el país sudamericano para ayudarles en su defensa legal.

La abogada Natacha Romano, que representa a la presunta víctima, afirmó que su cliente necesitaba ser hospitalizada de nuevo esta semana tras una descompensación dado su actual estado de ánimo tras los hechos e insistió en que, además del trauma físico causado durante su encuentro en el hotel, la persona también estaba soportando las consecuencias psicológicas y necesitaba tratamiento psiquiátrico.

Según los medios locales, el testimonio clave del conductor de Cabify que llevó a la víctima a la salida del hotel podría dar un giro a los acontecimientos, ya que supuestamente dijo que fue un viaje “normal” durante el cual no vio ningún signo de violencia. Sin embargo, no podía estar completamente seguro ya que la pasajera viajaba en la parte trasera del coche.