La provincia argentina de La Rioja finalmente cumplió su promesa de emitir una pseudo-moneda propia para hacer frente a sus deudas dentro de su territorio. Oficialmente denominados Bonos de Cancelación de Deuda (Bocade), el dinero de La Rioja es más conocido como Chacho (1 Chacho = 1 peso argentino).
Los Chachos se utilizan para pagar el 30% de los salarios de los trabajadores de la administración pública y para cubrir otros gastos provinciales. En 2001, La Rioja ya había utilizado el mismo mecanismo para contrarrestar la escasez de pesos. La legislatura de la provincia había aprobado la nueva emisión de Chachos en enero de este año.
Esta vez, la provincia emitirá chachos por 15.000 millones de pesos ante la falta de envío de 9.300 millones por parte del gobierno federal, por lo que el gobernador Ricardo Quintela también demandó al gobierno del presidente Javier Milei ante la Corte Suprema, que tiene competencia originaria en estos asuntos.
Estamos obligados a esto por la velocidad, el salvajismo, la crueldad del ajuste que se precipitó en 20 días, argumentó Quintela.
Los chachos también serán aceptados en cualquier comercio adherido al programa del gobierno provincial o por cualquier organismo del Estado provincial, lo que incluiría a las empresas de agua y electricidad.
Con billetes de 1.000, 2.000, 5.000, 10.000, 20.000 y 50.000, los chachos podrían llegar a ser más útiles que los pesos para grandes transacciones, teniendo en cuenta que el billete más alto del país vale AR$ 10.000.
Quintela también espera que la circulación de Chachos revitalice la decaída economía de la provincia. Es un instrumento destinado a dinamizar el circuito financiero local, reactivando la economía y el consumo, dijo.
El Gobierno riojano señaló asimismo que todas las empresas podrán operar con estos bonos, pero no podrán agregar ningún recargo ni recibirlos por un valor menor.
Pensar que durante la campaña electoral me trataron de loco por postular un sistema en el que hubiera libre competencia de divisas, ¡y ahora lo promueven!. escribió el presidente Javier Milei en X desde Davos cuando La Rioja anunció por primera vez la iniciativa.
Bienvenidas las monedas provinciales a la competencia que, quiero señalar, a diferencia de lo que ocurrió en el pasado, de ninguna manera será rescatada por el gobierno nacional, agregó. La nación tuvo que afrontar la corrección de un déficit del 15% del PIB, mientras que todas las provincias juntas suman el 1% del PIB, añadió entonces el Presidente. Con semejante ventaja, salvo que sean muy malas, deberían cotizar muy por encima de la paridad, dijo.
Según la Constitución argentina, sólo el Gobierno federal puede emitir moneda. Sin embargo, numerosas provincias adoptaron medidas similares durante la crisis de 2001/2002, alegando que los chachos o patacones (unidad utilizada entonces por la provincia de Buenos Aires) no eran dinero, sino bonos.
Los chachos deben su nombre al general Ángel Vicente Peñaloza (1798-1863), alias El Chacho, uno de los últimos caudillos que se rebelaron contra el centralismo de Buenos Aires. En noviembre de 1863, tras una derrota militar, se rindió al mayor Pablo Irrazábal, quien lo mató con su lanza y ordenó a sus soldados que llenaran el cuerpo de balas. Su cabeza fue cortada y exhibida en lo alto de un poste en una plaza en presencia de su familia. A su esposa, Victoria Romero, se le colocaron grilletes y fue obligada a barrer la plaza principal de la ciudad de San Juan.