El próximo 5 de junio será el gran día para las Islas Falkland. Tal cual acontece con los Legislativos de todos los países democráticos se anunciará la ley fundamental, el presupuesto para el ejercicio que comienza a regir a partir del 30 de junio por los siguientes doce meses. Es la fecha también en que el gobernador de las Islas, como jefe de estado y vestido con su uniforme de gala, dirigirá lo que se conoce como el “estado de la nación”, en que se hace una revisión del ejercicio concluido y se anticipan obras y proyectos para el que se inicia.
Para este próximo ejercicio los planetas parecen haberse alineado en beneficio de las Falklands. Entre varios de los temas positivos, ha retornado el calamar y las capturas han resultado muy alentadoras, entre las mejores en varias décadas. La última temporada de turismo demostró que los cruceros siguen interesados en visitar las Islas, casi a niveles previos a la pandemia, y las perspectivas son que la tendencia se acentúe.
El proyecto de desarrollo del potencial de hidrocarburos parecen bien encaminado y los precios y necesidades internacionales son auspiciosos, y la empresa de origen israelí Navitas se está organizando, y contratando, para comenzar a operar en el 2025.
En el presupuesto hay toda una serie de inversiones de capital para las cuales existen los fondos adjudicados, y si bien algunas están retrasadas, lo es por falta de suficientes especialidades y mano de obra. Y quizá la obra más importante, el puerto nuevo, parece finalmente haberse encaminado, fatigosamente, luego de muchas discusiones internas, pero el consenso sobre la necesidad portuaria como parte del desarrollo de las Islas es opinión mayoritaria, y se ha apelado a que las erogaciones de esa inversión se canalicen hacia el Reino Unido..
Se debe consignar que en general los presupuestos de las Islas, totalmente auto generados, siempre se calculan con excedentes, acompañados de una inflación mínima, desempleo casi inexistente y abundantes inversiones de la industria pesquera..
Las relaciones políticas con Argentina no han mejorado, pero tampoco han empeorado.
Por supuesto esto no quita que se deba cumplir con el rito del reclamo soberano y de la entrega de las Islas, (aunque sea a largo plazo) pero se reconoce por primera vez que los Isleños, los kelpers, tienen el derecho a decidir sobre su futuro, ser consultados, y que la invasión y guerra de 1982 se perdió.
Finalmente aún en el caso del triunfo del Laborismo en las elecciones británicas del 4 de julio, todo indica que así será, los contactos y la política internacional realizadas por las propias Falklands, aseguran una relación muy bien aceitada y respaldada por todos los sectores con representación en el parlamento de Westminster. Ni que hablar de la corporación militar y sus tres armas, estacionadas en el Complejo de Mount Pleasant, con un campo de entrenamiento permanente.