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Renuncia ministro de Justicia paraguayo
Barchini era un lastre para el presidente Santiago Peña El ministro de Justicia paraguayo, Ángel Ramón Barchini, presentó su renuncia a pedido del presidente Santiago Peña, se informó este jueves en Asunción. Según medios locales, el viceministro de Política Criminal, Rodrigo Nicora, asumirá interinamente el cargo.
Barchini se vio envuelto en un escándalo luego de que se descubriera que Miguel Ángel Lisboa presidía una empresa a la que se adjudicó compras por ₲ 800 millones (US$ 106.400) en detergentes. El 12 de marzo de 2024, Lisboa fue nombrado Director General de Administración y Finanzas del Ministerio de Justicia.
Se convirtió en el primer miembro del gabinete de Peña en ser expulsado después de que el nuevo gobierno asumiera el poder el 15 de agosto del año pasado.
Los rumores sobre la salida de un ministro aún anónimo ya habían circulado en la capital paraguaya incluso durante el viaje de Peña a Estados Unidos y Taiwán la semana pasada.
La empresa de Lisboa DFR SA ya suministraba detergentes al Ayuntamiento de Asunción durante el mandato de Óscar Nenecho Rodríguez pero la firma tenía su sede en un lugar que resultó ser un aparcamiento. Además, la Contraloría General de la República no encontró nada en dos direcciones alternas proporcionadas por la firma.
Barchini también estuvo en el punto de mira por su mal manejo de una crisis carcelaria y datos sensibles sobre la seguridad en los centros penitenciarios.
Según fuentes familiares citadas por LPO, la renuncia de Barchini se debió a una crisis de salud derivada de los crecientes niveles de estrés que exigía su cargo, particularmente aquellos relacionados con amenazas de grupos de narcotráfico dentro de las cárceles paraguayas, que afectaron su diabetes. Los familiares dijeron que la crisis penitenciaria de Tacumbú del año pasado, provocada por el Clan Rotela, fue una de las razones de su salida.
Varios legisladores de la oposición habían subrayado repetidamente la incapacidad de Barchini para mantener las penitenciarías bajo control, lo que puso a Peña al borde de un juicio político.
