El gigante tecnológico Google planea unir Chile con Australia y la Polinesia Francesa a través del cable Humboldt, que se convertiría en el primer enlace submarino directo entre Sudamérica y Oceanía, ampliando así la infraestructura digital del Pacífico Sur.
Este esfuerzo conjunto también materializaría una meta fijada por el gobierno chileno allá por 2016 de proporcionar una conexión de fibra óptica que fortalecerá la infraestructura de red en la región y promoverá el desarrollo tecnológico y económico.
Los cables submarinos mejoran la conexión entre diferentes países, lo que favorece el crecimiento de la economía, aumentando la riqueza de un país y el número de empleos disponibles, se explicó.
Según Analysys Mason, los cables que Google ha instalado anteriormente bajo el mar en América Latina y el Caribe podrían ayudar a crear 740.000 nuevos empleos para 2027.
El cable Humboldt se integrará con la iniciativa South Pacific Connect y permitirá inversiones adicionales en la diversificación geográfica de las rutas que unen la Polinesia Francesa con Chile.
Humboldt se unirá a otros proyectos de infraestructura, incluido el centro de datos de Google en Quilicura para impulsar los servicios de Google, la región de Google Cloud en Santiago que brinda soporte a clientes en toda América Latina, la conectividad terrestre a través de los Andes entre Chile y Argentina, y el cable submarino Curie que une Chile. Panamá y la costa oeste de los Estados Unidos, dijo Brian Quigley, vicepresidente de infraestructura de red global de Google Cloud.
El cable recibe su nombre en honor a Alexander von Humboldt, un geógrafo, naturalista y explorador alemán que viajó extensamente por América en el siglo XIX. El nombre fue elegido mediante votación en redes sociales por residentes en Chile.