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Assange se libra por ahora de ser extraditado a EE.UU., a la espera de garantías

Jueves, 28 de marzo de 2024 - 11:59 UTC
Assange se encontraría en mal estado de salud física y mental tras más de 12 años alejado del mundo exterior Assange se encontraría en mal estado de salud física y mental tras más de 12 años alejado del mundo exterior

Un tribunal británico decidió este martes que el fundador de Wikileaks, Julian Assange, no puede ser extraditado para enfrentarse a cargos de espionaje en Estados Unidos, al menos hasta que se reciban garantías de Washington de que no se pedirá la pena de muerte. No fue una victoria legal para los partidarios de Assaange, que afirmaron que el único resultado aceptable sería “ninguna extradición”. El gobierno británico firmó una orden de extradición en junio de 2022, que Assange ha recurrido.

“La decisión de hoy es asombrosa”, dijo la esposa de Assange y ex ppatrocinante legal Stella. “Los tribunales reconocen que Julian está expuesto a una denegación flagrante de sus derechos de libertad de expresión, que está siendo discriminado por su nacionalidad como australiano y que sigue expuesto a la pena de muerte”, añadió.

“Y sin embargo, lo que han hecho los tribunales ha sido invitar a una intervención política de Estados Unidos, a enviar una carta diciendo que todo está bien”, insistió la Sra. Stella Assange, que calificó la decisión del martes de “atentado contra la vida de Julian”.

“La administración Biden no debería dar garantías. Deberían abandonar este vergonzoso caso, que nunca debería haberse presentado”, argumentó también la señora Assange.

Un juez británico dictaminó en enero de 2021 que Assange no debía ser extraditado a Estados Unidos porque era probable que se suicidara en un aislamiento casi total.

El Tribunal Superior de Londres dictaminó que pediría garantías al tribunal del Distrito Este de Virginia de que Assange no sería sometido a la pena de muerte y se le concederían los mismos derechos que a un ciudadano estadounidense en virtud de la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que protege la libertad de expresión y la libertad de prensa.

El juez Jeremy Johnson escribió que “si no se dan garantías, entonces le concederemos [a Assange] permiso para apelar sin una nueva audiencia ... Si se dan garantías, entonces daremos a las partes la oportunidad de hacer nuevas presentaciones antes de tomar una decisión final sobre la solicitud de permiso para apelar”. La jueza Victoria Sharp coincidió.

El fallo del martes significó que la saga legal, que se ha prolongado durante más de una década, continuará con Assange encarcelado en la prisión londinense de alta seguridad de Belmarsh, donde ha pasado los últimos cinco años.

Los jueces también dijeron que se celebrará una vista el 20 de mayo si EE.UU. presenta la documentación requerida.

Los partidarios de Assange alegan que es un periodista que sacó a la luz las irregularidades cometidas por el ejército estadounidense en Irak y Afganistán y que, por tanto, tiene derecho a la inmunidad de la Primera Enmienda porque actuó en interés público, mientras que su procesamiento tiene una motivación política. Stella dijo que “se le perseguía porque expuso el verdadero coste de la guerra en vidas humanas”.

El gobierno estadounidense afirmó que las acciones de Assange fueron más allá del periodismo al solicitar, robar y publicar indiscriminadamente documentos clasificados del gobierno que ponían en peligro vidas inocentes.

Assange, de 52 años y experto informático australiano, ha sido acusado en Estados Unidos por la publicación en 2010 de cientos de miles de documentos clasificados de Wikileaks. Los fiscales creen que conspiró con la analista de inteligencia del ejército estadounidense Chelsea Manning para piratear un ordenador del Pentágono y publicar cables diplomáticos y archivos militares secretos.

Assange se enfrenta a 17 cargos de espionaje y uno de uso indebido de ordenadores. Si es declarado culpable, según sus abogados, podría ser condenado a una pena de prisión de hasta 175 años. Se dice que está en baja forma física y mental tras siete años de autoexilio en la embajada de Ecuador en Londres y cinco años en una prisión de máxima seguridad. Fue detenido por primera vez en 2010 en Londres a petición de Suecia tras acusaciones de violación y agresión sexual formuladas por dos mujeres. En 2012, se saltó la fianza y buscó refugio en la misión diplomática de Ecuador, de donde fue desalojado en abril de 2019 y posteriormente detenido por quebrantar la libertad bajo fianza. Suecia acabó retirando los cargos por delitos sexuales dado el tiempo transcurrido.

Los amigos y defensores de Assange insisten en que siete años en la embajada de Ecuador y cinco más en Belmarsh han sido castigo suficiente. “Destacadas organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional, han denunciado reiteradamente que las garantías son intrínsecamente poco fiables. La justicia británica sigue escondiéndose tras la hoja de parra de las 'garantías'”, ha declarado a Al Jazeera la periodista de investigación italiana Stefania Maurizi, del periódico Il Fatto Quotidiano, quien ha colaborado con WikiLeaks. “La justicia británica lo está matando lentamente utilizando medios puramente legales”, subrayó.