Los gobiernos de Brasil y Argentina acordaron esta semana una política recíproca de cielos abiertos, confirmaron fuentes del Palacio de Itamaraty en Brasilia. Bajo el nuevo marco legal, no habrá restricciones para que las compañías -tanto de pasajeros como de carga- abran tantas rutas como deseen.
Todas las compañías aéreas brasileñas y argentinas tendrán libertad para determinar el número de vuelos que pretenden ofrecer entre los dos países, explicó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Brasil en un comunicado. Antes de este acuerdo, las compañías de cada lado estaban limitadas a ofrecer, en conjunto, un máximo de 170 vuelos semanales, de acuerdo con las regulaciones de cada país, detalló el documento.
Esta medida dará más flexibilidad a las empresas para planificar sus operaciones y permitirá un aumento de la oferta de servicios y una ampliación de la competencia en las rutas que unen Brasil y Argentina, prosiguió el documento tras la firma de un memorando de entendimiento entre las Agencias Nacionales de Aviación Civil de ambos países.
Se espera que el acuerdo impulse la conectividad entre las dos mayores economías de Sudamérica, especialmente en lo que respecta a las llamadas rutas secundarias (aquellas que no sirven a ninguna ciudad importante). También permitirá frecuencias adicionales entre Buenos Aires, Sao Paulo y Río de Janeiro.
Aunque Buenos Aires cuenta con numerosos vuelos sin escalas desde y hacia los principales destinos de Brasil, apenas dan abasto para atender la creciente demanda, según los expertos en aviación.
La nueva iniciativa representa una actualización del marco legal existente para los viajes aéreos entre ambos países, que data de 1948. También debería representar un importante paso adelante para la región, ya que se espera que el precio de los billetes baje en medio de la creciente competencia.
El Memorándum de Entendimiento también alcanza a las operaciones de carga, permitiendo a las aerolíneas de ambos países realizar servicios internacionales de carga independientemente de si toda la ruta de la mercancía empieza o termina en cualquiera de los dos países. Brasil ha negociado derechos similares para operaciones con Chile, Costa Rica, Cuba, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.